Colombia.- La máquina llamada Heron se parece mucho a otros respiradores que se usan para tratar a los pacientes con COVID-19: tiene una pantalla sobre una caja metálica que muestra la cantidad de oxígeno que se bombea a los pulmones de una persona y un tubo de plástico que lo introduce en el cuerpo del paciente.
Pero este dispositivo cuesta alrededor de 4.000 dólares, una quinta parte del precio de los respiradores importados de China, y está fabricado en Colombia, donde algunos hospitales se han visto abrumados por pacientes con coronavirus.
Los ingenieros esperan que el reciente despliegue de emergencia de los respiradores pueda salvar cientos de vidas y convertir a Colombia en un pionero en equipos de bajo costo para pacientes con COVID-19.
“No sólo es importante el precio”, dijo Julian Echeverry, profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de La Sabana de Bogotá, que ayudó a diseñar el Heron, sino “qué tan rápido podemos llevar estos equipos a donde se necesitan”.
Los equipos Heron aún no han recibido la aprobación total de los reguladores colombianos, quienes insisten en que primero deben someterse a pruebas exitosas en al menos 100 pacientes, pero una nueva ley permitirá que los médicos los utilicen si su hospital se queda sin máquinas convencionales y cuentan con el consentimiento de los pacientes o sus familiares.
Eso ocurrió recientemente en la Fundación Cardioinfantil de Bogotá, una clínica privada cuyas 55 camas de cuidados intensivos han estado completamente ocupadas, o casi, durante todo agosto.
El neumólogo Fabio Varon dijo que este mes conectó un respirador Heron a un paciente de COVID-19 de 50 años de edad y con daño pulmonar grave. El hospital se había quedado sin los equipos convencionales cuando el hombre fue trasladado a la sala de emergencias.
Colombia se encuentra en una etapa crítica de la pandemia, con las autoridades registrando alrededor de 8.000 casos nuevos y 300 muertes cada día. El país ha reportado más de 500.000 casos desde que comenzó la pandemia, y aproximadamente el 3,5% requirió hospitalización en unidades de cuidados intensivos.