En un contexto como el que se relata en estas reflexiones, surgió Girasoles el mes de octubre de 2005, y en ese contexto ha transitado hasta hoy. Inició operaciones con un taller y dos beneficiadas. En aquel entonces no tenía una misión clara, tenía pocas personas adheridas; su concepto no era claro, explicado y mucho menos compartido. Además, carecía de una planeación operativa y financiera definida, de consejeros integrados, sólo tenían la buena fe y un inmueble arrendado.
En la actualidad, de acuerdo a su último Informe, en el año 2019, esta asociación benefició a casi 9 mil personas mayores de toda la ciudad, generando en ellas 19 mil 300 horas de desarrollo a través de sus programas: Educativo, de Asesoramiento, de Mejora Económica, de Reconocimiento y de Vinculación. Es una de las instituciones más sólidas en la ciudad y el estado, que brinda atención a personas mayores y les ofrece alternativas para continuar su desarrollo humano.
El concepto de Girasoles es único en el municipio, el estado y quizá en México. Instituciones que ejercen acciones asistenciales hay muchas afortunadamente (porque se necesitan); pero instituciones que promuevan la inclusión y desarrollo humano de las personas mayores, no abundan.
A 15 años de distancia, en tiempos de pandemia, se ve al equipo operativo inventando y trabajando en diversidad de acciones y medios, para facilitar la integración social y económica de las personas mayores; cuentan con un gran equipo de voluntariado integrado y la aceptación y penetración del concepto en la comunidad.
Juárez Hoy