Una mujer de 103 años originaria de Michigan, Estados Unidos, pasó varios meses encerrada en un asilo por su seguridad, aunque al paso del tiempo comenzó a deprimirse demasiado, así que para el día de su 103 aniversario optó por darle un cambio radical a su vida.
Dorothy Pollack, explicó que su nieto le insistió por mucho tiempo que se tatuara, pero reconoció que en ese momento no estaba interesada, sin embargo, creyó que era el momento de alocarse así que accedió.
“Fue muy emocionante porque hace años mi nieto quería que me tatuara, pero yo no quería, De repente, decidí que me gustaría tener uno. Y si pudiera, una rana”, dijo la mujer de la tercera edad.
Por su parte el tatuador de nombre Ray Reasoner Jr, comentó que la abuelita se miraba tan emocionada que no manifestó dolor en ningún momento de la sesión.