Inicio Perspectiva Bravobus en Ciudad Juárez

Bravobus en Ciudad Juárez

Padre Eduardo Hayen.- Algunas protestas se han levantado contra el BRT II (Bus Rapid Transit) Bravobus, el proyecto de transporte semimasivo para Ciudad Juárez. Como cristianos católicos estamos llamados a superar nuestros intereses personales o partidistas y analizar si esta obra del gobierno acrecentará, realmente, el bien de toda la comunidad. Por eso hemos de discernir el proyecto a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, es decir, con los criterios del Evangelio.

Una de las enseñanzas fundamentales de la Iglesia en materia social es la protección de los más débiles y pobres de la sociedad. El Papa León XIII en la Rerum novarum afirma que “la gente rica, protegida por sus propios recursos, necesita menos de la tutela pública; la clase humilde, por el contrario, carente de todo recurso, se confía principalmente al patrocinio el Estado”.

Durante décadas, los más desprotegidos en Ciudad Juárez se han movilizado en un sistema de transporte público deficiente y contaminante, con autobuses de segunda, que ha quedado rezagado por el acelerado crecimiento que ha tenido la ciudad.

Hoy que se quiere poner a disposición de las clases más humildes –las que no pueden comprar coches particulares– un servicio de transporte de alta categoría, con una organización moderna, rápida y eficiente, hay personas que, por ver afectados únicamente sus intereses, se empeñan en mantener rezagados a los más pobres.

En la encíclica Pacem in terris de Juan XXIII, la Iglesia enseña que entre los deberes del Estado, en materia de justicia social, está la búsqueda de la armonía entre el desarrollo económico y el progreso social, el afán de ampliar los servicios públicos esenciales –carreteras, transportes, comercio, agua potable, vivienda, asistencia sanitaria– y la organización de sistemas eficaces de producción, entre otros.

El proyecto de transporte semimasivo para Ciudad Juárez es un proyecto que nació del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), desde hace muchos años, para solucionar el rezago en el sistema de transporte público. Está fundamentado en amplios estudios de movilidad urbana, con análisis del número de vehículos que circulan por las calles, vialidades, horarios, rutas de autobuses y muchos otros factores. No es obra del capricho ni de ocurrencias del gobernador actual Javier Corral, ni del anterior, César Duarte. Es una obra que la ciudad necesitaba con urgencia y en la que los gobiernos tardaron demasiado.

Entre los juarenses a menudo se escucha el lamento de que los gobiernos estatales y federales no otorgan a nuestra urbe los recursos económicos que le corresponden, y que por ello somos una ciudad saqueada. Hoy la inversión para el BRT II en Ciudad Juárez es de más de 1,200 millones de pesos; se trata de un acto de justicia social para mejorar las condiciones de vida de los más pobres y desvalidos.

Si a eso agregamos la inversión de más de 450 millones de pesos en obras que realiza la Junta de Aguas para solucionar el grave problema de falta de drenaje pluvial de la ciudad, creo que, al menos, debemos alegarnos.

El Papa Francisco en Laudato Si, señala que el transporte suele ser causa de grandes sufrimientos en las ciudades. La circulación de muchos coches utilizados por una o dos personas complica el tránsito y produce mucha contaminación, consume grandes cantidades de energía, hace que se construyan más autopistas y estacionamientos que complican el tejido urbano.

Por ello el Papa nos invita a utilizar más el transporte público o a compartir un mismo vehículo entre varias personas, como pequeñas acciones que podemos hacer para crear ciudades menos contaminadas y fortalecer el tejido social.

Santo Tomás de Aquino hablaba de “caridad social” o “amor social”, como aquello que vincula a los ciudadanos unos con otros, no de manera íntima e interpersonal, sino como vínculo abierto a toda la comunidad. Es un lazo civil que une al ciudadano con la totalidad del cuerpo social. Es como el alma de la sociedad y la fuerza de su cohesión interna.

Celebro la construcción del BRT II. Estoy convencido de que hará que vivamos en una ciudad más ordenada y pondrá condiciones para que existan mejores vínculos de amor social entre los juarenses. Seguramente muchos de quienes hoy conducimos coches, utilizaremos más el transporte público.

Ya lo dijo el Papa Francisco en Fratelli Tutti: “El amor al otro por ser quien es, nos mueve a buscar lo mejor para su vida. Solo en el cultivo de esta forma de relacionarnos haremos posibles la amistad social que no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos”.