SAO PAULO- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sigue sin previsión de alta de su hospitalización por obstrucción intestinal, aunque evoluciona favorablemente y se le retiró una sonda nasogástrica, indicó el boletín médico divulgado en la noche de este jueves.
Desde su cama del hospital privado Vila Nova Star de la ciudad de Sao Paulo, Bolsonaro habló al lado de sus médicos con un programa de televisión del canal RedeTV y dijo que “las chances de una cirugía para desobstruir el intestino son muy reducidas”. Según el parte médico, el presidente, de 66 años, “mantiene una evolución clínica satisfactoria”.
“Fue retirada la sonda nasogástrica y se planea el inicio de la alimentación para mañana. El presidente sigue sin previsión de alta hospitalaria”, dice el boletín médico firmado por el cirujano gástrico Antonio Macedo, quien determinó realizar un tratamiento clínico para evitar una operación en el intestino.
En el programa de televisión, Bolsonaro dijo que sus problemas en la región del abdomen son producto del ataque con un cuchillazo sufrido en septiembre de 2018 durante un mitín de la campaña electoral.
Esa herida en el estómago fue motivo de cuatro operaciones del mandatario, quien tuvo una crisis de hipo que duró más de diez días antes de ser hospitalizado el miércoles.
Este miércoles 14 de julio a la madrugada Bolsonaro fue llevado a Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia por los fuertes dolores en el estómago luego de quejarse de sufrir hipo en forma constante. Sus médicos, entonces, decidieron trasladarlo a un hospital privado en Sao Paulo adonde se había tratado recientemente.
El presidente se encuentra acompañado por su esposa, Michelle Bolsonaro, y uno de sus hijos, Carlos Bolsonaro, quien es legislador municipal en la ciudad de Río de Janeiro. En su habitación fue visitado para dialogar sobre trabajo por el ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, general retirado Augusto Heleno.
Xinhua