LA PAZ- Bolivia logró en la última década la estabilidad en su sistema financiero gracias a una exitosa desdolarización a través de la bolivianización, política que el Banco Central anunció reforzar con una serie de acciones que permitan enfrentar este año los efectos de la crisis generada por la enfermedad del nuevo Coronavirus (Covid-19).
El presidente interino del Banco Central de Bolivia (BCB), Guillermo Aponte, dijo en el Decimotercer Encuentro de Economistas que el plan monetario es continuar la orientación expansiva, con un balance cuidadoso para preservar la estabilidad de precios y apuntalar el crecimiento económico.
“La política cambiaria mantendrá la estabilidad del tipo de cambio con el propósito de anclar las expectativas y reforzar el proceso de estabilización de la inflación, preservando la política de bolivianización de la economía para mantener la estabilidad y el desarrollo del sistema financiero y del mercado de valores”, afirmó.
El presidente interino del BCB admitió sin embargo que las previsiones afrontan riesgos que pueden ocasionar desviaciones en sus comportamientos esperados.
“En esta oportunidad, la incertidumbre alrededor de la evolución de la pandemia y las políticas asociadas a ella generan un contexto extraordinariamente volátil y difícil de vislumbrar”, agregó.
Por su parte, el analista, economista sénior y profesor emérito de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Alberto Bonadona Cossío, dijo este sábado a Xinhua que la imprevisibilidad económica generada por la pandemia también se manifiesta en una mayor demanda de activos financieros denominados en dólares a nivel mundial y, por tanto, en depreciaciones de las monedas de los países de la región.
“La preferencia por el dólar estadounidense se manifestó en la primera parte del año por la pandemia, en saltos abruptos en las diferentes cotizaciones de las monedas de los países de la región y en una mayor volatilidad determinando en algunos casos la intervención de sus bancos centrales en los mercados cambiarios”, afirmó.
De acuerdo con el experto, la política de estabilidad cambiaria en Bolivia permitió moderar las expectativas de alza en la cotización del dólar, en un contexto regional de fuerte depreciación de las monedas.
“A diferencia de otras economías, no se registraron reacciones duras en el mercado de divisas y, por tanto, tampoco existieron presiones en el precio del dólar”, agregó.
Consideró oportuno reforzar el trabajo en la política estabilidad financiera a través del fortalecimiento del boliviano y fundamentalmente de mantener inalterable el tipo de cambio de la moneda nacional respecto del dólar.
Para el economista, la política de estabilidad cambiaria tiene que seguir coadyuvando al control de la inflación importada para ser fundamental en el sostenimiento de la bolivianización, que es evitar la dependencia del dólar estadounidense en el mercado interno.
Por su parte, el analista económico, administrador de empresas, experto en planificación y docente de investigación de la UMSA, Oscar Heredia, señaló este sábado a Xinhua que el panorama macroeconómico negativo del primer semestre es una “voz de alerta” que puede afectar a la estabilidad financiera.
Observó que otro elemento que puede afectar a la estabilidad es la ampliación hasta fin de año del diferimiento del pago de créditos.
“Puede tener efectos negativos en la estabilidad financiera, porque los recursos que no ingresen a los bancos por el pago de los préstamos puede afectar a la liquidez”, explicó.
No obstante, comentó que en esta coyuntura sería “irresponsable” dejarse llevar por las recomendaciones externas o de algunos expertos, modificar el tipo de cambio.
Argumentó que una devaluación generaría incertidumbre y provocaría inestabilidad del sistema económico financiero del país, fundamentalmente porque se generaría una inflación.
Señaló que afectaría a la banca y particularmente a los que asumieron créditos en bolivianos y tienen depósitos en moneda nacional.
Bolivia mantiene un tipo de cambio fijo e inalterable, sin devaluación, desde el 2 de noviembre de 2011 hasta la fecha, producto de la política de bolivianización que cumple en noviembre próximo nueve años de vigencia.
Xinhua