ESTAMBUL- La ceremonia de inicio de la construcción del canal de Estambul está programada para fines de junio, declaró el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
“A finales junio colocaremos la primera piedra de la construcción del canal de Estambul. Sin lugar a dudas, hay quienes que están preocupados por este megaproyecto. Pero eso no nos detendrá”, dijo Erdogan, al intervenir en Estambul.
Según el mandatario, la realización del proyecto aumentará la importancia estratégica de esa metrópolis turca.
“Verán seis puentes sobre el canal. En ambas costas de esa nueva arteria de agua artificial se construirán dos ciudades que embellecerán el aspecto de Estambul”, agregó.
Erdogan por primera vez habló de la posible construcción de un canal que conectaría el mar Negro con el de Mármora en 2011, cuando era primer ministro.
De llegar a realizarse, el proyecto de construcción de una nueva ruta marítima eludiendo el Bósforo sería la más importante iniciativa infraestructural en la historia de Turquía, al permitir descongestionar drásticamente el Bósforo.
El ministro de Medioambiente y Urbanización turco, Murat Kurum, comunicó que Ankara aprobó el plan de construcción del canal de Estambul, que correrá paralelamente al estrecho del Bósforo y unirá el mar de Mármara con el mar Negro. Según declaró el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, el proyecto de canal no supone la renuncia de Turquía a la Convención de Montreux (1936).
El pasado 4 de abril, se publicó una carta de 103 almirantes retirados de la Marina turca que expresaron su rotundo rechazo a los intentos de poner en tela de juicio la convención firmada en 1936, alegando que fue una victoria diplomática que ayudó a Turquía a recuperar la soberanía sobre los estrechos, así como calificaron como inaceptables las discusiones sobre la revisión del pacto en relación con el futuro canal de Estambul.
Al día siguiente, diez almirantes de los 103 que firmaron la carta pública en defensa de la Convención de Montreux fueron detenidos por la policía turca.
Erdogan condenó la carta de los almirantes, al subrayar que los militares no deben interferir en la política, y confirmó el apego de Turquía a la Convención de Montreux.
Sputnik