Cuando yo era chico, me decían que cualquiera podía llegar a ser presidente de la nación. Estoy empezando a creerlo. Clarence S. Darrow, abogado estadounidense
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- El músico poeta, Agustín Lara, compuso un chotis que intituló “Madrid”, donde, en una de su partes dice: Cuando llegue a Madrid, chulona mía, voy hacerte emperatriz de Lavapies, alfombrarte con claveles la Gran Vía y a bañarte con vinillo de jerez; en Chicote un agasajo postinero, con la crema de la intelectualidad y la gracia de un piropo retrechero, más castizo que la calle de Alcalá.
Y todo ello viene a cuento, porque hace días, el articulista del El Economista, Manuel Mejido, le escribió un jocoso artículo a Xóchitl Gálvez, con motivo de su reciente viaje a la “mare” patria, o sea, a España.
Para no clonar o plagiar al tocayo Many -como ahora se acostumbra-, simplemente vamos a parafrasearlo con nuestro estilo, aunque sea a destiempo, porque oiga usted, al llegar Xóchitl a Madrid, nadie, pero absolutamente nadie, la hizo Emperatriz de Lavapies; tampoco nadie le alfombró con claveles la Gran Vía y mucho menos que la hayan bañao ¡joder!, con vinillo de jerez.
En cuanto a un piropo retrechero, tampoco nadie se lo lanzó a Xóchitl, a menos que haya sido uno de los 5 villanos 5 preferidos de Andrés: Felipe “El Espúreo” con el que, en mala hora, se fotografíó la otrora gelatinera. Los otros 4 villanos 4 son: Krauze, Fox, Aguilar Camín y Loret de Mola.
En conclusión, podemos escribir que la candidota, por ahora, de la oposición, tampoco supo lo que es canela fina cuando llegó a Madrid, conocida como la tierra del oso y el madroño, porque de igual manera, nadie le ofreció la olorosa infusión, no pudiendo tampoco la ingeniera, armar la tremolina, como dice la canción lariana.
Solo la señora X sabe a qué fue a la tierra de Felipe VI, en plena precampaña presidencial, y por qué se retrató con Felipe Calderón, pues la foto en nada le ayudó a la señora en las encuestas. Creemos que más bien la perjudicó.
En cuanto al viaje de Xóchitl al Vaticano, ubicado en la Ciudad Eterna y de políndromo nombre ROMA-AMOR, para saludar al Papa, junto con su apreciable familia, tampoco se ha sabido si la ingeniera fue a visitarlo como Jefe del Estado Vaticano o como el Líder Espiritual de la grey católica, apostólica y romana.
¡Ah! Y Claudia también fue a visitar a su Santidad, quien le bendijo una rosa de plata, que la delfina del macuspano, a su regreso a México, llevó a la Basílica de Guadalupe, como ofrenda de los mexicas a la Santísima Virgen, quienes, por tesis cardenalicia de Norberto Rivera Carrera, todos los mexicanos, por el solo hecho de serlo, son guadalupanos, con todo respeto de las demás creencias religiosas.
Hasta aquí esta colaboración, no sin antes recordarles a los servidores de la patria, que servirse de un cargo público para enriquecimiento personal, resulta, no inmoral, sino criminal y abominable. Vale.