Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Mientras el presidente enlista a casi todo su Gabinete como candidateables para la sucesión del 2024, en los demás partidos políticos derraman sangre, sudor y lágrimas por los escasos espacios políticos disponibles.
En los vestigios del PRI se da una guerra entre la cúpula histórica por el escaso espacio de poder que representan, pero que vendido al mejor postor -AMLO- sería extraordinario para cualquiera tener su control. Ulises Ruiz, exgobernador se Oaxaca, encabeza un grupo disidente que pretende tumbar al campechano Alejandro Moreno (Alito) de la dirigencia del PRI nacional.
Sin embargo, todo indica que el grupo que controla los rescoldos del PRI dejará que Alito siga al frente del otrora partidazo. Ulises a la cabeza de un grupo de priistas -dijeron- tomó la sede nacional del PRI, lo que llevó a un zafarrancho que dejó dos heridos de bala.
La pugna y los rencores entre estos personajes priistas data de 2019 cuando se dio la contienda interna para elegir al presidente nacional de ese partido, que culminó con la elección de Alejandro Moreno Cárdenas, con la salida del PRI de Ivonne Ortega, exgobernadora de Yucatán; de José Narro, ex rector de la UNAM y ex secretario de Salud 2012-2018 y la negativa de registro a Ulises para competir contra Alito.
En el PAN también hay contienda, pero ésta con sabor a PRI -al PRI DE antes- porque va tersa y en perfecto control. Si bien, es cierto que compiten o podrían competir dos correligionarios contra Marko, solo servirían de comparsa, pues el verdadero potencial competidor, Francisco Domínguez, gobernador de Querétaro, declinó su participación.
Todavía está fresca la forma en que Ricardo Anaya le arrebató el control del partido a Gustavo Madero, así que seremos testigos de si se confirma el dicho aquel de que “el que a hierro mata a hierro muere”.
Ricardo Anaya, que pretende el desquite en 2024, por ahora anda más ocupado en defenderse de las acusaciones de recibir dinero para ayudar en la aprobación de la reformas estructurales de Peña Nieto, según declaraciones del detenido en domicilio Emilio Lozoya Austin. Temeroso de una prisión preventiva, que podrían enjaretarle si se queda al alcance, anunció su salida del país para, desde afuera, defenderse. En el CEN del PAN cerraron filas con Anaya, así que no lo dejan, ni dejarán solo.
Ya veremos qué pasa en el 2024, porque si Anaya la libra podría ser el abanderado de su partido a la Presidencia, por segunda vez, si es que le alcanzan las lealtades, aunque también la marejada política que provoque lo puede imponer en la candidatura, baste recordar cómo llegó Fox.
Los demás partidos no son opción electoral por sí mismos, pero podrían acompañar al PAN o al PRI, sin descartar, que este último también podría acompañar al PAN. Se lee raro, se escribe con cierta incredulidad, pero debemos aprender que la política como arte de lo posible, puede propiciar ese tipo de “unidades” para intentar retomar el gobierno -según algunos- o rescatarlo, de no sé qué, dirían otros. Es importante revisar que si PAN, PRI y PRD no pudieron juntos, si podrían o tendrían mejores posibilidades si se les une MC y, potencialmente, el PVEM.
Cosas veredes amigo lector. Como dice en el Cantar del Mío Cid: cosas veredes, originalmente: cosas tenedes
Nota.- Se atribuía al libro de Cervantes, pero en realidad el texto aparece exacto en el Cantar del Mío Cid.