Las 88 medallas (38 de oro, 32 de plata 18 de bronce) ganadas por parte de China en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020 no fue una casualidad. La tecnología tuvo una importante presencia para que el Comité Olímpico Chino pudiera obtener el segundo puesto del medallero.
Herramientas como la inteligencia artificial (IA), realidad virtual (RA), aprendizaje automático y big data, jugaron un papel determinante para ayudar a los atletas a entrenar y mejorar su rendimiento. De acuerdo con el rotativo China Daily, el equipo de tenis de mesa utilizó un robot llamado Pongbot el cual fue programado con IA para competir contra los deportistas.
Pongbot puede golpear bolas a velocidades superiores a los 100 km/h, también es capaz de golpear la pelota con técnica depurada; desde un forehand, hasta remates de revés. Qualcomm (desarrollador del robot) trabajó con big gata a fin de recopilar y analizar la trayectoria a fin de simular el movimiento de diferentes atletas.
Del mismo modo, el equipo de natación de China utilizó tecnología espacial y así mejorar su rendimiento en la alberca olímpica. Un informe de la China Aerospace Science and Technology Corporation (CASC) señaló que empleó su conocimiento en balística para mejorar el rendimiento de los nadadores.
Según el reporte, la organización equivalente a la NASA en China, utilizó todo su arsenal tecnológico y de esa manera incrementar la técnica de los nadadores. La propia CASC afirmó que adaptó un sistema de cohetes guiados para ayudar a los deportistas elite a perfeccionar su nado y reducir la resistencia sobre el agua.
El equipo de ingenieros de la CASC pasó más de un año modificando la tecnología aeroespacial a fin de reducir el peso de los componentes y adaptarlos al cuerpo de los atletas. Una vez colocado el equipo y cerciorarse que no obstruía ningún movimiento natural de los nadadores, cada deportista entró al túnel de viento. Seguido de ello, los técnicos realizaron un seguimiento de cómo los atletas se enfrentaban a la corriente de aire y estudiaron la mejor posición para reducir al mínimo la resistencia.
Asimismo, el equipo de remo (quien obtuvo la medalla de oro en Tokio 2020), también utilizó el túnel de viento en sus entrenamientos y así mejorar su técnica. Este dispositivo es usado con el objetivo de determinar cuánta resistencia al aire genera un misil; en ocasiones, también se emplea para realizar pruebas a automóviles de la Fórmula 1.
Hablar de tecnología de grado militar empleada en beneficio de los atletas y perfeccionar su técnica no es un tema actual. Estados Unidos utilizó equipo y tecnología desarrollada por la NASA con el fin de entrenar a su delegación deportiva de cara a los juegos de Beijing 2008.
Medios internacionales revelaron que la firma deportiva Speedo y la NASA desarrollaron un material a base membranas ultrafinas de poliuretano para mejorar la resistencia del agua en los bañadores LZR Racer. Ello ocasionó una gran controversia cuando en la alberca de Beijing se rompieron 62 récords tanto mundiales como olímpicos durante la justa deportiva.
Todavía se mantiene abierto el debate si está bien que las federaciones y marcas deportivas persuadan a los atletas a ser parte del llamado Dopaje Tecnológico, para mejorar el rendimiento y técnica cuando compiten. Una acción que favorece a los países potencia en el deporte, pero deja en desventaja a otras naciones cuyos programas deportivos se mantienen a la sombra de las delegaciones deportivas de primer mundo.
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