Los valores morales se pierden sepultados por los económicos. José Luis López Aranguren, filósofo español
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- La semana pasada, Claudia expresó que en México no hay desaparición forzada y pronto le aclararon que sí, aunque sus “adlateres” volvieron a defenderla, como dicen los taurinos, a capa y espada y unas horas después, al llamarle la atención a una joven chihuahuense que anda desatada, promocionándose fuera de tiempo como candidata para la gobernatura de este estadote, expresó: Hay que recordar la ética de nuestro movimiento” y aquí sí, “cuasi” nos infartamos.
Ahora resulta –y perdón pero no lo sabíamos–, que los partidos políticos, todos, en esta chulada de país, se rigen por principios éticos; tampoco sabíamos que estos entes estudiaran filosofía y sus principales ramas, lógica y ética, rama, esta última, que aunque sea auxiliar, al parecer, no tiene buena imagen, lean:
“La historia de la ética es un triste retrato de ideales morales maravillosos que nadie cumple”; por más que nos esforzamos, no encontramos el autor de la sentencia, cita, oración, frase o aforismo, porque axioma o apotegma, no es.
Cuánta aberración del gobierno mexicano de contar mentiras un día sí y otro también; no lo conducen a nada positivo y sí le dan pésima imagen; qué diéramos porque los partidos políticos, gobernantes y funcionarios públicos de esta Gran Nación, se rigieran por principios morales o éticos, seguros estamos que tendríamos otro país y los ciudadanos imitaríamos su ejemplo.
Lo anterior suena, simplemente, al sueño de una noche de verano; qué diéramos porque la élite política, la élite económica y la elite religiosa, estudiaran o cuando menos leyeran, de vez en vez, a Sócrates, a Platón o a Aristóteles, les vendría muy bien y las cosas, en este México lindo y querido donde nos tocó vivir, por la Graciade Dios, serían de otro modo y quizá la corrupción institucionalizada y protegida por el manto sacrosanto de la impunidad, no existiría o sería la excepción y no la regla.
Por lo pronto, vamos a darle esta semana, una buena repasada a Baruch Espinosa, para ver si se nos sale el diablo, el chamuco, el demonio, satanás, Luzbel o Belial, libro que les recomendamos a nuestros lectores (as) y a las mismísimas élites arriba mencionadas. Vale.