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¿Demencia? ¿Alzheimer? ¿Delirium?

Raúl Ruiz.- En entrevista con la psicóloga Lucía Barrios, por Cartapacio DLX, desmenuzamos el problema de las enfermedades mentales, trastornos y otros desajustes que de pronto se nos echaron encima luego de la pandemia.

Caímos en cuenta que la cordura falleció y aceptamos que el mundo gira desquiciado, víctima de una alteración en masa, merced a múltiples afectaciones en la población. La incoherencia mental y/o la pérdida de la razón son solo un par de valoraciones, cuando advertimos que una persona no puede pensar de manera clara, lógica o coherente.

Lo peligroso es, cuando la incoherencia mental atrapa a los líderes mundiales y no se puede ocultar su incapacidad de mantener un pensamiento lógico y ordenado.

Hablo de la dificultad para seguir una conversación, formar pensamientos coherentes o recordar información de manera clara. Y esto le ocurre al presidente Biden con mucha más frecuencia. Esto puede deberse a diversas causas, como trastornos mentales, enfermedades neurológicas o situaciones extremas de estrés.

No podremos saber con exactitud lo que le pasa a Biden, eso nos lo dirá la historia, pero somos testigos de su habla desorganizada, frases sin sentido, cambios abruptos de tema o respuestas que no tienen relación con las preguntas formuladas. A esto se le conoce como Incoherencia Mental.

Hablamos de un problema que se asocia con esquizofrenia. Las personas con esquizofrenia pueden experimentar pensamientos desorganizados y hablar de manera incoherente.

Enfermedades como el Alzheimer pueden afectar la capacidad cognitiva, resultando en pensamientos incoherentes. O Delirium, un estado agudo de confusión que a menudo se debe a enfermedades, infecciones o el uso de ciertos medicamentos.

Poco a poco se acerca a lo que podría ser la pérdida de la Razón. La pérdida de la razón, también conocida como psicosis, es un estado en el que una persona pierde el contacto con la realidad. Esto puede incluir alucinaciones (ver u oír cosas que no están presentes), delirios (creencias falsas firmemente sostenidas) y una falta de conciencia de la propia situación.

Causas comunes de la pérdida de la razón:

Trastornos psicóticos: La esquizofrenia y otros trastornos psicóticos pueden causar una pérdida de la razón.

Trastornos afectivos: Trastornos como el trastorno bipolar pueden incluir episodios psicóticos.

Tratamiento y manejo: El tratamiento de la incoherencia mental y la pérdida de la razón depende de la causa subyacente. Puede incluir medicamentos antipsicóticos, terapia psicológica y cuidados médicos para tratar cualquier condición subyacente.

Es fundamental buscar ayuda médica si alguien muestra signos de incoherencia mental o pérdida de la razón, ya que estas condiciones pueden ser debilitantes y requieren intervención profesional.

Hasta aquí un diagnóstico a ojo de buen cubero.

Pero el punto es: ¿Por qué los hilos ocultos de poder, han permitido el avance de esta afección en la toma de decisiones? Como la puntada de liberar los dragones de la muerte, “autorizando” el ataque ucraniano contra blancos rusos utilizando los misiles de largo alcance ATACMS, de fabricación norteamericana. La provocación más férvida que nos acerca a la Tercera Guerra Mundial.

Es obvio que Biden no tiene ya conciencia sobre las cosas, mucho menos sobre el futuro de la humanidad. Entonces, ¿A quiénes beneficia esta decisión? Pronto lo sabremos.

No hay tiempo ya para declarar al presidente de los Estados Unidos incompetente para gobernar, bajo el proceso que se conoce como “impeachment”. Este proceso está detallado en la Constitución de los Estados Unidos y tiene una naturaleza política más que jurídica. Pero es un proceso largo. Biden deja el poder el 20 de enero.

El mundo está en ascuas, pienso que todo puede pasar en diciembre, o de plano, ya nada va a pasar. Es cosa de esperar un largo impasse, hasta que entre al poder… otro afectado mental.

Aquí un perfil de Donald Trump que circula por el orbe:

Narcisista, megalómano, manipulador, racista, autoritario, prepotente, misógino, menosprecia a todos, con una gran necesidad de ser admirado, ansioso de poder, intolerante, agresivo y muchos etcéteras más. No solo eso, trae el síndrome de Fox: “Arreglaré el conflicto bélico en 20 minutos”.

Especialistas dicen que viaja mentalmente en los linderos donde pululan los psicóticos. ¿Qué podremos esperar para el 25 entonces?