Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Era la madrugada del 10 de abril de 1936 cuando Lázaro Cárdenas, con un grupo de militares, irrumpió en casa de Calles para escoltarlo al aeropuerto militar que lo llevaría al exilio en California. Había aguantado un año y cinco meses de intromisiones luego de asumir la presidencia.
López Portillo, sufrió también de la injerencia y critica de su antecesor, Luis Echeverría, a lo que contestó con un famoso desplegado en la prensa, que decía: ¿Tú también Luis? Poco después, el 17 de mayo de 1977, lo mando a las islas Fiyi, como embajador con representación que incluía Australia y Nueva Zelanda.
Otros que intentaron poner sucesores manipulables o débiles fueron el propio Lázaro Cárdenas y Miguel Alemán, pero Manuel Ávila Camacho mandó a Cárdenas a conformar la zona militar de Mazatlán y el triángulo Dorado para surtir de marihuana y morfina a los soldados en la II Guerra Mundial, sacándolo de la Secretaría de Guerra. Ruiz Cortines, por su parte, mandó a Miguel Alemán a enriquecerse en Acapulco para que dejara de estorbar.
¿Cuánto tardará Claudia en tomar la decisión de exhibir la portada de aquel libro que AMLO dejó con un dejo de descuido a la vista de Peña Nieto en una de las tres comidas que tuvieron y que decía: “Quién manda aquí”? Peña Nieto lo dejó hacer a partir de ser electo o de esa directa manipulación. AMLO no lo hace con Claudia ni lo hará. ¿Qué hará Claudia? ¿Cómo elegirá deshacerse de su mentor?
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