Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Chihuahua es un estado único. Tiene la Sierra Madre Occidental, que es una belleza natural inigualable y muro defensivo como no hay otro; su desierto, sus dunas y la llanura. Único por su grandeza y tamaño, acá todo es enorme, la siembra, la cosecha, la sequía y la lluvia. El frío y el calor siempre extremos. Y siendo la octava parte en el territorio del país y apenas el 3 por ciento en población, ocupamos un excelente noveno lugar en el PIB nacional.
La riqueza de su gente, no material, que también hay, sino en su valentía, lealtad, hospitalidad, con un corazón limpio y generoso, con brazos abiertos para quien pase, visite o venga a quedarse. De norte a sur y de este a oeste, pura gente valiente, pero siempre noble y leal como ninguno.
Sus minas, su riqueza cementera, sus campos de frutos; manzana y nuez y los componentes del pico de gallo que se dan como en ningún otro lado, el chile chipotle, la papa, el frijol, el maíz y hasta los camotes, melones y sandías, con su frontera siempre dinámica y productiva, con su nombre de orgullo Paso del norte, y el que se dio: La Heroica Ciudad Juárez, y su capital, Chihuahua, que orgullosa cual dama decente y bella que ve desde su ventana los tres cerros emblema: Coronel, Grande y Santa Rosa.
Es imposible para un chihuahuense común, nacido aquí, describirla tal como es, pero aún más difícil hablar de su historia; cuna de los grandes movimientos y laboratorio permanente de los cambios de la periferia al centro. ¿Quién, en el mundo ignora que existe Parral, la Capital del Mundo, o quién ignora que Siqueiros, Sebastián, Lucha Villa, María Sorté y muchos otros son ejemplo a seguir?
¡Quién no sabe de la Sierra y sus temporales que cuando dan llenan los graneros y que Cuauhtémoc es una de sus puertas, con un corredor orgullo del comercio internacional! Meoqui y sus proezas; campeón con la calidad, sabor y frescura de su agua y con la cantidad que da por hectárea en sus cultivos.
Nuevo Casas Grandes y sus hermanos colindantes son la gloria y muestra de cómo se parten el lomo para prosperar. Delicias, placeres del escritor que vivió y escribió transportado al futuro: Jesús Gardea. Delicias, pequeño, pero líder exitoso de sus generosos creadores que le dieron tierra, Meoqui, Saucillo y Rosales.
Pero nadie tiene todo, ni estando tan cerca de lograrlo se ha podido, por gobiernos corruptos y nefastos y por una ausencia de la política pública más importante de todas: la del agua. Entender que necesitamos con tanta urgencia como sea posible una Comisión Estatal del Agua que se encargue de la única y más importante cuenca del norte de México: la del Conchos, con sus ramales, y que por razones de la gravedad, estamos obligados a compartir sus corrientes broncas con otro país y que usan esa obligación, entre países, como pretexto para el despojo de nuestro recurso más preciado dentro de nuestro propio país.
Es tiempo de darle la atención e importancia que exige. Mejorar nuestra presencia y participación en comisiones y organismos de su control. Medir rendimientos por millar de metros cúbicos y no por hectárea. Urge ver ese tema con visión y estrategia de mayor plazo. Apostar por cultivos de alto valor que ofertan empleo en lugar de los que no ocupan a nuestra gente.
Dejemos de utilizar el agua con cultivos que requieren subsidio. La planeacion de reservorios debe ser seria, con argumentos sólidos y con visión de futuro. La “Palanganas” dependería de una cuenca cerrada venida a menos, abrir más tierras de cultivo (10 mil has.) dependientes de esa presa, todavía en discusión, sería un error. Esa cuenca no genera excedentes, por la exagerada y corrupta expedición (venta) de permisos para pozos que la mantiene sobreexplotada.
¿O van a cancelar esas concesiones? Así no. Revisemos con cuidado dónde sí, y hagámoslo, pero evitemos, en lo posible los errores. Apostemos porque Maru Campos, nuestra joven gobernadora, sea quien se ponga manos a la obra. Y lo primero es evitar que se sigan llevando agua; evitemos que pretendan recomenzar quinquenio y reforzar a otros primero que a los dueños de la cuenca. Urge una Comisión Estatal del Agua.