Daniel Martínez.- Buen día, espero hayas tenido una muy bonita semana, el día de hoy les escribo a “los y las casi algo”, esas personas que tienen o tuvieron todo lo que alguna persona que conocieron querría tener pero que por diversas circunstancias no se concretó lo que esperaban.
Probablemente existan en tu cabeza muchas preguntas ¿Qué me faltó?, ¿Por qué no se logró?, ¿Qué hice mal?, seguramente has dado vueltas un montón de veces a estas o más interrogantes sin tener una respuesta concreta, pero la única manera de acercarte a la verdad absoluta es preguntando a la otra persona de manera directa, tal vez te responda con sinceridad o con palabras reconfortantes pero que no te dejan con la tranquilidad que esperabas.
Las relaciones entre personas son muy complejas, aquí no se trata de encontrar el factor causante de que esto sucediera, porque no hay sólo uno, por lo regular tendemos a ir acumulando situaciones con las cuáles “creemos poder”, como si cargáramos con pequeños problemas que sólo nosotros podemos resolver, cómo si nos adjudicáramos la responsabilidad de una situación que sabemos no nos corresponde pero que es mejor a hablarlo, a compartirlo, a generar un posible conflicto.
A diferencia de otras tareas en la vida cómo recoger la basura del hogar, comprar boletos para algún evento o alguna otra situación que podemos resolver, que nos podemos adjudicar, que posiblemente no trascendería a un conflicto, hay otras situaciones que sí, y que es importante dialogar con la persona de nuestro interés, se dice que “para llegar a relaciones sanas, hay que tener conversaciones incómodas” y no sólo en cuestión de pareja, sino en familia, amistades, laborales, etc.
Cuando se puede conversar de todo esto y las metas, expectativas, objetivos no se cumplen entonces tendremos una respuesta clara de porqué no funcionó, habremos encontrado un área de oportunidad personal que mejorar ó nos ayudará a tomar decisiones sin tener que complicarnos posteriormente con preguntas sin respuestas, sin esa sensación de dolor, tristeza o ansiedad al no encontrar una respuesta.
Entiendo que el actuar de esta manera es para no complicarnos la existencia o no herir a la otra persona, pero pensemos.. ¿Es mejor expresar nuestras dudas, incomodidades ó esperar a que se acumulen y de tantas no sepamos cuál fue la causante?, Muchas personas deciden actuar así pues les es difícil hablar, han aprendido a lo largo de su vida a resolver algunas otras situaciones de esta manera y seguramente les ha dado buenos resultados, pero no olvidemos que cada situación y cada persona es distinta.
Ser “la/el casi algo” de alguien, puede resolverse teniendo una comunicación asertiva desde un inicio, de esta manera será más sencillo si las cosas funcionan, pero a la vez si no funcionan, tendremos claramente la respuesta a las preguntas sin respuesta que vienen y van al concluir de esta manera..
Y tú.. eres o has sido el casi algo de alguien?