Daniel Valles.- El jefe del Ejecutivo federal vive con base en una premisa falsa: La corrupción se puede acabar. Sabemos bien que una premisa falsa, lleva a conclusiones equivocadas.
No tengo cercanía con el jefe del Ejecutivo. La única vez que lo he visto de cerca y que he platicado con él, fue hace dos años y medio. Era precandidato. Lo hice por 20 minutos.
Hablamos sobre corrupción y le dije entonces: “señor, la corrupción se puede controlar por medio de una decisión libre, consciente, meditada, voluntaria y que genere hábitos para no involucrarse en actos de corrupción. La corrupción no puede erradicarse, solo controlarse. Y la única que puede controlar es la endógena. Es decir, la propia”.
Pareció escuchar y entender. Esa impresión me dio. Dos años después de esa entrevista, creo que o no me expliqué lo suficientemente, no fui claro o el señor no entendió ni una palabra. El jefe del Ejecutivo sigue con su premisa. Que es falsa. Cree que se puede terminar con la corrupción, lo que nunca ha ocurrido en lugar alguno.
La historia de las naciones está plagada de actos de corrupción desde su fundación y desde antes. Desde que el ser humano está en el planeta. Ergo… Cada quien puede creer lo que uno quiera. Hay personas que creen que no creen.
Yo creo que la corrupción puede y debe ser controlada en México. ¿Cómo? Mediante la decisión voluntaria de cada persona, lo que no es sencillo. Tal vez sea lo más difícil que una persona pueda hacer. Y mediante otros mecanismo que explico dentro del Programa Pro Integridad Avanza sin Tranza.
Si entendemos que la corrupción no es solo dar mordidas u ofrecerlas, que es el abuso del poder otorgado a una persona, para beneficio propio, partiremos de una premisa real y verdadera. La definición que cito es la de Transparencia Internacional.
El jefe del Ejecutivo, en su conferencia de todos los días, del pasado día 22 de mayo, se refirió a esto mismo.
“Lleva tiempo, vamos limpiando de arriba hacia abajo y tenemos que terminar de limpiar y desterrar la corrupción por completo, en lo que corresponde en el gobierno federal y luego insistir, respetando las autonomías, la corrupción en gobiernos estatales, porque… sigue quedando en autoridades intermedias, estatales y municipales, continúa la percepción que impera y domina la corrupción en México”, señaló.
Lleva tiempo. Esto es algo que “ha aprendido” en los últimos meses. 18 que lleva su administración. Porque todos le escuchamos decir cuando al inicio de su gestión insistió que la corrupción se había terminado.
De nuevo la falsa premisa hacía su aparición en el discurso del jefe del Ejecutivo. Ahora, al menos reconoce que le llevará tiempo. Esto es una buena señal, si lo dice no con la intención de “justificar” el que en su administración existan grandes brotes de corrupción, los que son más dañinos que el de Coronavirus que padecemos.
El caso de los respiradores del señor Bartlett ha sido el más obvio caso señalado por la opinión pública recientemente, pero existen más. Este fue tan obvio y descarado que recularon, tuvieron que decir que han regresado los ventiladores adquiridos por Zoé Robledo, director del IMSS con un sobreprecio de casi 600 mil pesos cada uno. Aún no hay constancia de que así haya sido. Deberemos esperar.
Un caso de corrupción arriba de la administración que suena y resuena es el de la CONADE y su directora, Ana Gabriela Guevara. Se le ha acusado de extorsión a ella y a sus colaboradores. Ana Gabriela hace como que “la virgen le habla” y alega que se trata sólo de una campaña política de desprestigio de sus enemigos.
Es la misma técnica y táctica que usa el jefe del Ejecutivo para desmantelar todo lo no le gusta y que él cree -o dice- que está plagado de corrupción, como el NAIC, en Texcoco, “Constelations Brands”, la cervecera en Mexicali y más recientemente, la cancelación de contratos que generarían energías renovables al país, a manos de la secretaria de Energía, la señora y activista Rocío Nahle.
Quien acusa a Ana Gabriela Guevara, que es parte del gabinete ampliado del Jefe del Ejecutivo y funcionaria de la 4T, es el diputado Ernesto D’Alessio. (PES, NL)
También la está acusando la empresa Cocinas Industriales Multifuncionales de Calidad S.A de C.V ante la Fiscalía General de la República (FGR) en una denuncia de hechos por el delito de extorsión.
D’Alessio tiene ya casi un año que ha denunciado o al menos señalado a la titular de la CONADE, como una persona que está desviando recursos de la institución que dirige. Nada ha sucedido.
Espera el diputado, que es presidente de la Comisión del Deporte en la Cámara a la que pertenece, que se cite a comparecer a Ana Guevara. ¿Cuándo? Cuando los legisladores puedan retomar sus actividades en la Cámara de Diputados.
Ana Gabriela está en la parte de arriba de la escalera que el jefe del Ejecutivo viene limpiando en su gobierno. ¿Se le pasó? ¿Se le habrá olvidado limpiar por ahí? ¿Habría un rebrote del virus de la corrupción?
Lo que haya sido demuestra que la premisa que cree y maneja el jefe del Ejecutivo es falsa. Por lo mismo, también lo es su conclusión.