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Xóchitl Gálvez y la psicología política

Dr. Arturo Castro.- El momento político es la suma de las pasiones políticas que despiertan los aspirantes a dirigir este gran país, los reflectores tienen a sus favoritos, estos van de militancias diferentes y hasta destacados personajes que se dicen sin partido.

Marcelo, Claudia, Adán y Ricardo son los nombres de las corcholatas oficiales que recorren el país en un corcholatour colocando propaganda, haciendo y diciendo cosas que no son de ellos, sino de sus simpatizantes.

Cada quien tiene su historia, una gran historia a través de su vida de servicio público, legislativo y político partidista realmente de admirar, entonces la decisión social se tomará por afinidad y empatía del discurso y de la imagen.

Quien dirige al país ha puesto los nombres de los participantes en alfombra roja; claro, el relleno es alguien del Partido del Trabajo y otro más del Partido Verde Ecologista de México, que seguirán despachando en el Palacio Legislativo de la Unión en los próximos años a manera de negociación.

Es un premio de negociación, no de consolación, que se les otorga a los paleros, igual pasa en la llamada Alianza de partidos otrora enemigos y hoy afines que tendrá efectos de nominación legislativa plurinominal.

Xóchitl Gálvez atrae la ilusión nacional en el país, desde el campo opositor en donde sin ideología concreta ha vagado de la izquierda a la derecha y ha ofrecido su vocación personal en el servicio público como representante del Partido Acción Nacional.

Xóchitl tiene una relación personal con el presidente y con Claudia, la corcholata mayor, ha declarado los trabajos realizados juntos desafiando las indicaciones en un momento dado de sus jefes y de su partido político.

Relata la aspirante destapada por el propio jefe nacional para sacarla de la contienda por el gobierno del Distrito Federal que viene de una pobreza extrema, pero hoy es empresaria, que no ha robado un peso y que su vida es de dedicación a los pueblos indígenas y a las clases desprotegidas.

Que fue objeto de acoso sexual en su niñez y en la universidad, lo presume como algo significativo en entrevistas que otorga a diferentes medios de comunicación, que tenía miedo pero que quedó callada por los tiempos y la cultura de aquel tiempo.

Dice que viene de la pobreza, vendiendo artesanías y tamales en la calle, de padre alcohólico y de madre emprendedora, que su hermana está en la cárcel por cosas de drogas, es toda una figura que amenazaba ganar la capital del país, por lo que Palacio Nacional la destapó para algo mayor, cayendo fácilmente en el engaño, por lo que se celebra en MORENA sin cesar.

Que fue creciendo como el guion establecido por un buen escritor, inició con su respuesta de solicitar réplica ante ciertas acusaciones presidenciales, ante las puertas de Palacio Nacional, sin ser recibida atrayendo los medios de comunicación solo como noticia del montón y no como primera plana.

Xóchitl Gálvez parece una ficha de dominó estratégica en este juego presidencial, como senadora ha analizado los problemas del país, los enumera, pero la referencia a López Obrador es de que hizo mal en quitar algunos programas sociales como las guarderías infantiles.

Hace la réplica campañera en que la Guardia Nacional no ha cumplido, que le gustaría competir con Claudia Sheinbaum porque le cae bien, son amigas y se tuitean, se la quitaron de encima en el Distrito Federal y crece como espuma por la dirección de este enorme país.

Xóchitl contra Claudia es el siguiente capítulo de esta historia, el presidente de este país espera ese importante momento para anunciar que México tendrá a la primer mujer presidenta en su cotidiana conferencia de prensa.

La construcción de las candidaturas legales pero ilegales parten del mismo sitio, la alianza partidista es solo movimientos de protección colaboracionista de los líderes opositores, quienes han sido acusados de corrupción, por lo que deben alinearse sin distracción.

La nueva Xóchitl que ahora desea dirigir al país, en sus conferencias con medios de comunicación ha mencionado que buscaría a sus contrincantes para colaborar en su gobierno si gana. La función política está en todo su apogeo.

Xóchitl es la justificación para nombrar a Claudia como candidata presidencial, como cuestión de género aparenta equidad, es un ninguneo a la figura masculina que no se expresa por temor a ser etiquetados como misóginos.

López Obrador hace una fechoría más, descalifica, calificando lo que quiere y le funciona bien, las corcholatas oficiales están puestas y Xóchitl también, lo que provoca el lamento del mejor político de quienes quieren: Marcelo Ebrard.

La mañanera hace y deshace, quiere y desprecia, aplaude y ataca, pone y quita, justifica y tiene sus propios datos, su orador principal se prepara para irse pronto a su rancho de Palenque estrenando por ahí la pasada del Tren Maya.

Es la psicología política de hoy, en donde anhelo aquel México con mentiras políticas, pero sin farsa, es el México que se nos fue…