Inicio Benjamin Carrera Unas letras para quienes sí les late el corazón

Unas letras para quienes sí les late el corazón

Diputado Benjamín Carrera.- Hay para quienes, desde la administración pública, tienen la visión y la creencia de que, dotar de empleo a la población -léase en este caso, chihuahuense- consiste meramente en lo que pareciera un esquema piramidal que privilegia al empresariado con facilidades y entreguismo, mientras que el tipo de empleo, el salario y las condiciones de las y los trabajadores quedan absolutamente de lado.

Sin embargo, las decisiones en cuanto a la generación de empleos van más allá: debemos ver qué nivel de vida queremos garantizar para la población, qué zonas de los centros poblacionales se pretende desarrollar para generar un equilibrio, qué tipo de vivienda se pretende asegurar para las personas trabajadoras y hasta qué servicios básicos deben brindarse a la población antes de desarrollar cualquier proyecto que se digne de generar empleo.

Sin duda alguna, existe un compromiso mayor que el que la actual administración siente que tiene con el empresariado: el compromiso por saldar una gran deuda con la fuerza laboral chihuahuense combatiendo la precariedad de los empleos.

De poco sirve que, por mencionar un ejemplo, en Ciudad Juárez cerca de la mitad de las personas empleadas en la industria maquiladora sean mujeres, si por más empleos que se generen, la desigualdad persiste y la prosperidad no llega. A pesar de distar estas letras de mostrar un panorama hasta ahora desalentador, lo que sí se quiere dejar en claro es que hay quien sí ha entendido mucho mejor las cosas, ya que el tema laboral se debe abordar desde otra perspectiva mucho más humana, más social.

Y es que, en la más reciente visita de Claudia Sheinbaum a Chihuahua, llamó sobremanera su atención precisamente las necesidades y condiciones de las mujeres obreras y de esta frontera, quienes demandan y merecen igualdad, además de la generación de oportunidades y espacios a través del gobierno para compaginar sus roles como madres trabajadoras, y sobre todo, garantizar salarios dignos.

Tal como ella misma dijo, México se construye de la historia de muchas mujeres y a pesar de que, se dice que ahora es tiempo de las mujeres, en Ciudad Juárez no solo ahora, sino desde hace ya mucho tiempo, ha sido tiempo de aquellas mujeres que son la principal fuerza laboral de la principal frontera de Chihuahua.

El compromiso de la ex jefa de gobierno va más allá, siendo consciente de que la seguridad es un tema sensible en Juárez:  compartió con las juarenses varios de los programas que, bajo su gestión se llevaron a cabo con éxito para asegurar la integridad de las mujeres, no solo en sus espacios laborales, sino en sus trayectos e incluso en sus hogares cuando son víctimas de algún tipo de violencia.

Así las cosas, mientras la derecha muestra una candidata fabricada a modo que se atreve a poner sobre la mesa que sean los trabajadores quienes paguen prestaciones que por ley les corresponden, en la izquierda sí nos late el corazón y afortunadamente queremos seguir transformando México desde sus bases, no desde las élites.