Dr. Arturo Castro.- Al parecer la educación en México es un proceso que contempla buenos niveles de enseñanza-aprendizaje en donde los estudiantes de educación básica aprenden de tal manera que no hay índices de reprobación.
Los libros, el aula y la televisión son instrumentos conjugados para llegar a esta maravilla eficiental; desde luego, nada sería posible si las políticas públicas no intervinieran bajo la decisión de que nadie reprueba en este país.
La Secretaría de Educación Pública, dirigida por una maestra de grupo, tomó la decisión de que todos los estudiantes de educación básica accedan al siguiente grado sin contratiempos, independientemente de su desempeño académico.
Solo que esta dependencia pertenece a un sector público que debe ser administrado integralmente y no solo pragmáticamente. La administración pública es todo un arte convertida en ciencia, de ahí que emitir la orden de que nadie reprueba en este ciclo escolar es una decisión por demás autoritaria.
Como si fuera un antiguo comunismo en donde todos eran iguales, hoy todos pasan sin distinción, aquellos que cumplieron con asistencia y tareas y los que no lo hicieron, solo por el hecho de estar inscritos pasaron de año.
Lo mismo pasó en el Colegio de Bachilleres de Chihuahua, los estudiantes de sexto semestre no reprueban por dedicación o por decreto, elevando así la eficiencia terminal institucional.
Premiar a los flojos, a los indiferentes y a aquellos que desconocen el valor del estudio no es lo mejor para una buena formación académica, hace que la sociedad crea que es buena, que merece lo mejor con pandemias o sin ellas.
El estudio lleva a los individuos a ser mejores, al pleno desarrollo para la actividad productiva cuyo reflejo necesariamente es un mejor salario, es la capacidad llevada a la práctica y sin él solo se obtiene un grado sin conocimientos que lo llevarán a buscar como futuro un buen salario mínimo.
La sociedad mexicana está en pleno dominio por parte de las políticas públicas establecidas, feliz o no, vive su vida sin contratiempos, es una clara normalidad en cualquier parte del país, una gran nación con un gran pueblo.
Un paraíso educativo a la vista, sin reprobados en educación básica, en Colegio de Bachilleres hacia el último semestre, sin duda es una gran noticia, es un pase automático universal y una gran oportunidad para avanzar sin distinción.