Daniel Valles.- La violencia contra los varones por parte de una mujer es un hecho. Lo regular es que esta violencia sea perpetrada por quien sea su pareja, sea esposa, amiga, amante, novia o para puro vacilón. La evidencia pública no abunda, creo que porque habría un tipo de convenio o arreglo para que el dato no llegue a los medios.
De la misma forma como creo que existe uno para que los reportes de mujeres localizadas con bienestar y que estaban reportadas como desaparecidas tampoco lleguen a los medios de comunicación, sobre todo a los periódicos, ya que la causa por la que desaparecieron tiene que ver con que se fueron con el novio o por su voluntad. Y esto no es muy popular para el feminismo misándrico de género de izquierda que sería quien presionaría para que eso sucediera. Pero esto es una hipótesis, nada más.
La información o datos sobre la violencia ejercida por una mujer sobre un hombre existe. Es difícil de obtener. Y más difícil, la actual. Lo último que he encontrado data de febrero de 2020 y se encuentra en el sitio de Internet: somoshermanos.com Y dice:
“De acuerdo con un estudio realizado por la asociación civil “Colectivo Hombres sin Violencia” en 2018, el 40% de los varones mexicanos sufrieron algún tipo de maltrato; sin embargo, solo el 4% de ellos denuncia formalmente debido a ideas machistas y a la vergüenza que la situación les provoca”. Eso es el 0.04
El mismo portal, en otro sitio indica que, de cada 10 hombres, 4 son víctimas de violencia por parte de su pareja. Y denuncias no hay, por lo mismo el porcentaje del 0.04% no alcanza a hacer visible un problema real y patente.
Me estás oyendo inútil
Desde hace más de una década, he hablado de lo equiparable que esta frase que canta la popular Paquita la del Barrio, representa: Violencia verbal contra el hombre. Se lo he referido, cuando he entrevistado a las diferentes directoras de cuanto instituto y organización de mujeres hay o ha existido. (O casi a todas).
Cuando hablan de que la violencia contra la mujer tiene muchas facetas y mencionan la verbal. Que, si le dicen a una mujer, gorda, no sirves para nada, mi madre cocina mejor que tú, eres una fodonga y cosas como esas o peores, les lanzo la pregunta. ¿Eso es violencia? Sí, me dicen muy seguras de sí mismas. Porque lo es.
Entonces les digo: “¿y la frase, me estás oyendo inútil, rata de dos patas, animal rastrero, sabandija ponzoñosa, es violencia verbal? Todas, sin excepción, hacen mutis o como que la virgen les habla. La realidad, es que es exactamente lo mismo: violencia verbal.
Pero nadie lo objeta. Las mujeres lo disfrutan, se ríen y los hombres también, se ríen, pero por dentro no lo disfrutan. Guardan silencio y dolor, el que disimulan con la risa y ahogan con alcohol.
En el sitio que le comento, somoshermanos.com, se publica lo que le menciono y afirman algo que por años he venido comentando en mi programa de La Familia es Primero, que pasa todos los domingos, por el 1300 del AM, en Ciudad Juárez, a las 10 de la mañana.
“Es cierto, indica el sitio, que no es muy común escuchar sobre la violencia ejercida en contra de los hombres en una pareja o en la calle, históricamente, en torno a la figura masculina se ha marcado un estereotipo caracterizado por la fuerza física y por la insensibilidad, caso contrario al creado para la mujer.
La cantidad de hombres que sufren maltrato, es mayor de la que se reporta. Muchas veces los varones optan por guardar silencio debido a las reacciones de la sociedad. Sin embargo, un caso de maltrato al hombre es mucho más habitual de lo que nosotros pensamos. Las excusas que los hombres utilizan para ocultar que son violentados por su pareja, suelen ser: que los arañó un gato, se golpearon con un cajón o que sufrieron golpes durante un asalto.
El maltrato sufrido por hombres resulta un tema tabú del que poco se habla, pues existe la idea de que un hombre debe ser más fuerte que una mujer; no obstante, la violencia y el maltrato no deben ser soportados por ninguna persona.
“Debido a la reticencia por parte de los varones a hacer pública su situación o participar en estudios de campo, el alcance de esta problemática se torna difícil de evaluar, aunque diversas investigaciones indican que dentro de los distintos actos de violencia perpetrados contra estos se pueden encontrar: violencia sexual indirecta, como la ridiculización, acusaciones sin fundamento o ataques cuando no está en condiciones de responder sexualmente, violencia verbal, violencia física, violencia psicológica, entre otras”.
Así lo indican fuentes que he consultado como: Amparo de Medina en su libro Libres de la Violencia Familiar. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano. La española María Beatriz Vizcarra Larrañaga y otras fuentes cuyos datos están en mis archivos, por si se requiere comprobación.
El tema tan poco tratado, no se agota, mi espacio sí. En la próxima entrega, primero DIOS, le comentaré más sobre este grito de me estás oyendo inútil, que es más ofensivo que el mal llamado grito homofóbico de los estadios de futbol, que los opositores al mismo y los comentaristas de televisión han hecho tan famoso en el mundo, por quejarse del grito. Ahí El Meollo del Asunto.
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