La inteligencia tiene ciertos límites. La locura, ninguno. Darynda Jones, escritora estadounidense
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Domingo, Día de la Candelaria y como en casa hay una Cande, habrá una gran fiesta familiar; antes de embrutecernos con el alcohol, vamos a hilar letras, oraciones, frases o morfemas, a ver qué sale. ¿Sale?
En México, Claudia: “La patria se respeta”; “con la soberanía no se juega”; “tenemos el himno nacional”; “México es el mejor país del mundo”; “recibiremos a los hermanos migrantes con los brazos abiertos”; “nuestros migrantes son héroes y hombres valientes” “México es un país libre, independiente y soberano” y otras linduras dictadas por su demencial ideología.
En Honduras, Xiomara: Haciendo gala de alarde patriotero, le dijo a los yanquis “que cerraría las bases militares en su país”; “que no aceptaría deportados”, “que pondría fin a la cooperación antidrogas con Estados UnidosA” y otras linduras de su demencial ideología.
En Colombia, Gustavo: El exguerrillero del M19, ya sin carabina al hombro, espetó “que detonaría una guerra económica contra el imperialismo yanqui”; “amenazó a los ciudadanos gringos con echarlos de Colombia”; “que no recibiría aviones con migrantes” y otras linduras de su demencial ideología.
Y al respecto, ¿qué paso? Pues que a los tres mandatarios populistas, dos mujeres y un varón, en menos que se los escribo, se les olvidaron sus bravuconadas y que sus países son libres, independientes y soberanos, pues bastó que Trump, como los toreros buenos, les diera un doblón a cada uno para hormarles la cabeza, olvidaran sus locuras ideológicas y entraran en razón, con todo y el aumento del 25% arancelario
Tres doblones necesitó el populista pato Donald para apaciguaer a los tres mandatarios latinoamericanos, siendo válido recordar el sabio refrán popular: Pa’qué tanto brinco estando el suelo tan parejo o aquello de que… en boca cerrada no entran dípteros. Vale.
