Raúl Ruiz.- Unas se caen, otras las tiran, otras se tambalean, otras son interminables y otras solamente se construyen en la mente de sus diseñadores. Las Torres Gemelas, por ejemplo, erguidas en la Gran Manzana como símbolo del poder económico de los gringos fueron derribadas como signo de repudio, por un líder musulmán.
La torre de Pisa, increíblemente de pie; todos suponemos que en cualquier momento se desploma. La Torre de Babel, proyecto de los necios que pretendían construir ese puente entre los hombres y el Eterno. Se supone que Yahvé hizo que los hombres hablaran diferentes idiomas para que así no pudieran ponerse de acuerdo en irla construyendo.
La torre Eiffel, elegante símbolo de la modernidad. Las 14 torres de piedra de San Gimignano, en aquel bello pueblo de la Toscana. Originalmente eran 74, pero de algún modo se cayeron las que no tenían sólidos cimientos.
Y en Juárez, un sueño llamado Torre Centinela, un sueño contado por la gobernadora María Eugenia Campos Galván, quien asegura contaría con 20 pisos adaptados con la más nueva tecnología para combatir el crimen en el estado de Chihuahua. Magnífico argumento… para una película de Netflix. Con un costo aproximado de 200 millones de dólares. ¡Puras papas!
Proyecto apenas sugerido. Hace ya dos meses que la gobernadora vino a Juárez y presentó un diseño virtual, trabajo de un diseñador que maneja programas virtuales, que quedó muy padre, pero sabemos que el proyecto ejecutivo aún no comienza.
Un ingeniero amigo mío, dice que si hoy se tuviera sobre la mesa el proyecto ejecutivo y el presupuesto listo para hacer la inversión, tardaría poco más de dos años en edificarse, lo que me hace suponer que todo es puro jarabe de pico.
La ostentación de la gobernadora en materia de control de la violencia, se le vino abajo. El tema de la Torre Centinela es una pachotada a los chihuahuenses. El narco imperio se encargó de dar cuatro golpes mortíferos que evidencian la ineficacia de los tres niveles de gobierno para combatirlos.
Los incidentes terribles en Cuauhtémoc, El Denny’s, los decapitados en la carretera a Parral y los homicidios de los curas en Urique, le doblaron las corvas. La Torre Centinela se derrumba antes de buscar un terreno donde construirla.
Decir que estamos llenos de indignación y que se hará justicia hasta las últimas consecuencias no es suficiente. ¡Resultados! No discursos.
Los vecinos de Fovissste Chamizal estamos indignados por los hechos violentos donde fueron asesinadas tres personas. Independientemente de si estuviesen vinculadas o no con grupos criminales, el terror que se vive ya, afuera de la casa, contrasta con los discursos frívolos de los gobernantes. Y no podemos tolerarlo más.
Para bajar el coraje, me comeré yo solito una torre de mariscos, ese antojo al menos me hará pensar en otras cosas menos lastimosas.
Un gran reto para quien maneje la comunicación social del gobierno se encuentra en un punto donde la opinión pública se la está comiendo, y para cualquier lado que se mueva será criticada. Veamos.
En un alarde de velocidad, encontraron los cuerpos de los jesuitas. Increíble. ¿Traen detector de cadáveres o qué? Curioso, ningún detenido, contimenos “El Chueco”. ¿Se peló? ¿Aplicaron el desoperativo Ovidio?
Si hoy mismo, en la mesa de seguridad en Juárez no presentan al “Chueco” o a un puñado de malandros traídos desde Urique, llenos de lodo, todo ha sido pura faramalla. Publicar las fotos de la gobernadora al frente de soldados/policías muy bien planchaditos y perfumados, como dando la sensación de aprestarse al combate, no ayuda nada.
Mientras no saquen de su madriguera al malandro y lo enfrenten a la justicia, serán solo las fotos pal feis. Las Maru Selfies. Y si por gracia de Dios o narconegociaciones lo aprehendieran, se confirma la crítica que hierve en redes sociales.
– “Solo porque el Vaticano presionó le dieron celeridad al caso y lo resolvieron. ¿Por qué no han hecho lo mismo con tantas investigaciones pendientes?”
Como dije, para el lado que se mueva, pierde. Mucho trabajo de reconstrucción de imagen. Abur.