Home ADHOCRACIA Texto político para Nadie

Texto político para Nadie

0
Texto político para Nadie

Dr. Arturo Castro.- La política es aquello relativo a la ciudad, así lo describieron los filósofos griegos que permitieron entenderlo mejor para quienes deciden estudiarlo y practicarlo. Las grandes masas populares desconocen las causas, los motivos, las acciones y los resultados del quehacer en la cosa pública.

Escribir acerca de la política no define ideas concretas, cada quien tiene su verdad, una verdad que se defiende en consideración a la ideología y al pensamiento liberal o conservador, de tal manera que estas palabras no van dirigidas a nadie en particular.

La historia ofrece testimonio del desarrollo político de la humanidad, es lo mismo, no importa el sitio ni el protagonista, los indicadores señalan la participación social, el ejercicio del poder y los escritos que dan lugar a declaraciones de independencia, de guerra y de normas convertidas en leyes que se deben respetar.

Describir el espacio y el comportamiento de la sociedad y sus líderes no es una tarea difícil cuando en realidad lo que impera es la desinformación y la inconformidad que como ruptura real parece imaginaria al no aceptarse como tal, exhibiendo la existencia de la fantasía de vivir en un país de las maravillas.

El hombre desde sus inicios ha tenido la necesidad de ser dirigido, los cavernícolas tenían a su jefe que daba indicaciones y utilizaba el uso de la fuerza para conservar el poder. Transcurrido el tiempo es lo mismo, pero diferente en base a la forma de vida hoy sedentaria y de convivencia comunal.

La historia presenta también el liderazgo social con abuso de poder, léanse las conquistas; la dominación social, física y psicológica; las guerras por motivos económicos, de raza y de locura; a esto se debe agregar los sistemas de representación que van de emperadores, reyes, zares y presidentes que se influyen unos a otros a veces respetando y a veces invadiendo.

La política es fácil de entender, el político no tanto por sus capacidades o incapacidades que lo llevan a desmantelar estructuras anteriores para tratar de perpetuarse en el poder argumentando las necesidades que en ese momento definen como actuales.

Aunado a lo anterior está el manejo de los recursos públicos que se realizan con toda discrecionalidad, véase el presupuesto de la corona inglesa, las partidas presupuestales que en México vienen desde la nación Azteca a través del tributo, pasando por la colonia española y las devastadoras guerras de independencia y Revolución Mexicana.

Muchos políticos son Nadie conocidos que sin saber porqué se encuentran en esa tarea que corresponde a quienes tienen la vocación y la capacidad de servir, de ahí el efecto avestruz cuando suceden tragedias humanas como el huachicol y el incendiado edificio oficial de Migración llamado albergue, a manera de minimización del hecho.

Como la verdad ofende, la política está llena de mentiras, muchas de ellas piadosas para pasarla bien. Con estas la sociedad tiene una vida que transcurre sin preocupación, aplaudiendo y denostando sin saber porqué.

Escribir para Nadie tiene una motivación que procura hacerle entender que se tiene lo que se merece e invitarle a que deje para mañana su intención de no hacer nada y actúe desde hoy reflexionando y razonando sobre la vida en sociedad y ese derecho tan importante que representa el voto electoral.

Antes, como hoy en algunas partes, se toman decisiones a mano alzada, el derecho a elegir liderazgos ha tenido avances significativos que debieran ir hacia mejores condiciones personales y colectivas, alejados de la ilusión nacional y de gritar ¡Viva México!

El análisis de la política alejado del entretenimiento puede ser un detonante para un mejor bienestar común, que sirva como idea para provocar la planeación y la hechura de políticas públicas que colapse con la mentira institucional de que todo está bien como una democracia deshumanizada.

La política es de todos, es la brega diaria en la calle, en el café y en la legislatura de cualquier parte, los intereses personales y de grupo deben quedar aislados por el bien común, haciendo lo mejor a cada instante abandonando ese mar de tempestades convertido en mentira maestra que a nadie beneficia.

Es el hombre y su circunstancia, diría Ortega y Gasset al indicar que somos lo que provocamos al amar al patrón dedicado a la política y no así al de cualquier empresa comercial, amarlo porque se espera una retribución personal cuando el enfoque debiese ser general.

Somos lo que somos por permitir que el poder político sea lujurioso y principesco, cuando en realidad está para servir en la gran cantidad de necesidades que se tienen, que van de lo físico a lo abstracto.

Escribir para Nadie es una maravilla cuando lo que se busca es influir en la toma de decisiones políticas, tanto internas como externas. Es la oportunidad de apreciar lo que se tiene y lanzar al cesto de basura lo que le detiene.

Deja un comentario