Un sistema escolar que no tenga a los padres como cimiento, es igual a una cubeta con un agujero en el fondo. Jesse Jackson, político norteamericano
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Disfrutando de los últimos días del calor canicular, vamos a redactar dos temas del día, los cuales tienen inquietos a todos los mexicanos con dos dedos de frente. Favor de seguirnos leyendo.
El primer tema es sobre la educación, por el relajo que han armado los nuevos libros de texto gratuito, elaborados por comunistas y socialistas de la 4T, pues estos entes antisociales y su “amado líder” no aceptan que la educación debe ser laica, inclusiva y universal, debiendo estar exenta de toda toxina ideológica.
De ninguna manera se le debe permitir al actual sexenio, que los susodichos libros de texto contengan una carga ideológica o dogmática como conocimiento obligatorio; el país requiere, necesita, ciudadanos altamente preparados en todas las ciencias, sociales, naturales y exactas y de esta manera, se conviertan en seres de pensamiento libre y no militantes obnubilados por el opio ideológico o dogmático, hasta convertirse en tontos útiles, como los que rodean a… UYSQ.
En suma, no olvidemos como ciudadanos libres y padres responsables de la educación de hijos y nietos, que la educación es el movimiento de la oscuridad a la luz y no se debe permitir que una boca retrógrada y perversa, sea o no de la 4T, sople para extinguirla.
El segundo tema es sobre el petróleo, ese maldito energético extractivo que en México solo ha servido para muchos dolores de cabeza de la sociedad mexicana, porque siempre ha sido, gracias a la corrupción, una gran cueva de ladrones, de bandidos, de ratas, de pillos, de zánganos, cubiertos todos por el manto sacrosanto de la impunidad.
El gobierno actual, como los anteriores, le ha destinado miles de millones de dólares a este barril sin fondo que es Pemex, siendo todo ese dinero de los contribuyentes y ¿qué beneficio le ha dejado el petróleo al país desde 1938? ¡Ninguno! Porque por encima de todo, está la sagrada soberanía nacional, que mantiene en la pobreza y en la miseria a más de la mitad de la población mexica, sea de los pueblos originarios o no.
El dinero de los mexicanos se seguirá despilfarrando en Pemex y dañando a las finanzas públicas. Lo bueno del asunto es que este país es, ha sido y seguirá siendo “El Cuerno de la Abundancia”, aunque sea para unos cuantos. Vale.
