Benjamín Carrera (Representante Estatal de la SADER).- Este 2025 ha sido sin duda, el año del Peso; se ha consolidado como una de las monedas más resilientes entre los mercados mundiales, alcanzando niveles de apreciación que lo han hecho destacar. Cotizándose a un precio de $18.71 por dólar –apreciación que acumula un 9.52% en el año y lo posiciona como la 13ª divisa más apreciada a nivel global–, el fenómeno del “superpeso” refleja efectividad en las políticas económicas de gobierno federal, así como la gestión macroeconómica del Banco de México, teniendo como consecuencia la confianza en la inversión y la consolidación de México.
Esto no es cuestión de azar, ni de suerte, sino que atiende a las políticas de la administración actual, que han permitido sortear fenómenos externos como la incertidumbre económica surgida en Estados Unidos, que atiende a tensiones comerciales generadas por decisiones erráticas; mientras el dólar se deprecia frente a monedas como el euro y el yen, el peso mexicano ha sabido capitalizar esta dinámica y sacar provecho de la estabilidad macroeconómica que ha sabido mantener México.
Es así que, el Gobierno Federal de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo ha implementado medidas que se ven reflejadas en la confianza de los inversionistas: la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha reportado un crecimiento económico de 0.2% trimestral y 0.8% anual en los primeros tres meses de 2025, lo que ha dejado ver la resiliencia de la economía mexicana. Aunado a lo anterior, la recaudación tributaria ha crecido un 17.8% real anual, impulsada por las mejoras en la eficiencia fiscal que traen consecuencias favorables para las finanzas públicas sanas con una deuda pública sostenible.
Por si fuera poco, hay un flujo récord en cuanto a las remesas, alcanzando niveles históricos en los primeros seis meses de este año, factor que ha sido clave para el peso, así que las y los mexicanos, aun desde el extranjero, inclinan la balanza a favor de nuestra moneda.
Banxico, por su parte, ha hecho lo suyo manteniendo una política monetaria prudente, recortando las tasas de interés y por ende reflejando confianza en un entorno inflacionario controlado, lo que sin duda atrae capitales que fortalecen a la divisa mexicana.
Sabemos que el panorama global es incierto, sobre todo ante riesgos latentes como la posible renegociación del T-MEC y las tensiones comerciales crecientes con Estados Unidos. Sin embargo, la estabilidad política y las políticas fiscales responsables que ha adoptado el Gobierno Federal, mitigan estos desafíos manteniendo la confianza de los mercados.
Finalizaré estas líneas diciendo con gusto que, el fortalecimiento del peso en este 2025, da fe de la solidez económica y la efectividad de las acciones de la Presidenta Sheinbaum, quien no ha desviado el enfoque para asegurar para las y los mexicanos, la estabilidad en esta gestión de transformación.