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Soberbia militar

Libertad al país ¡SIEMPRE! Lealtad al gobierno cuando lo MERECE. Mark Twain, escritor estadounidense

Cuauhtémoc Monreal Rocha.- En 3 tiempos 3, aunque no sea menú, adsí dividiremos esta entrega, porque nos dio nuestra real gana, sabedores de que de todos modos nos van a leer. ¿De acuerdo?

Primo tempo: Resulta que el secretario de Gobernación López II, de pronto se volvió brabucón, camorrero y vocero de la SEDENA, todo ello por mandato de UYSQ y de pronto, como vulgar porro, embistió contra los “bárbaros” del “norti”, al decirles que en el sur son más inteligentes que los del norte y por eso trabajan poco; la reacción no se hizo esperar pero ya lo dicho estaba dicho. Lástima de corcholata, lo bueno que es de Tabasco.

Secondo tempo: No sabemos qué le sucede al General de la Sedena, quien también ya actúa como ujier del “Diamante” de Palacio Nacional. Que el presi es su Jefe, ni quién lo dude, pero el militar también está sujeto a  ciertas normas legales, tanto de la Constitución como del Congreso de la  Unión y debe informar al mismo, cuando algo grave sucede dentro del Instituto Armado o está en peligro la soberanía nacional.

Tercero y último tiempo: La conducta del General de 4 estrellas 4, deja mucho qué desear, tanto en los ciudadanos mexicanos, como en todo el personal a su mando; llegó a la soberbia y eso es una falta de respeto al Poder Legislativo, es decir, al propio pueblo de México, que le ha dado todo lo que tiene, sea mucho o poco.

La soberbia del mílite no es buena; atender los llamados camerales es una obligación que incluye a los militares, sean generales, coroneles, jefes, oficiales o tropa y el Ejecutivo federal, ahora de la 4T, bajo ningún pretexto o circunstancia, debe impedir que los soldados, todos, comparezcan ante la soberanía popular, pues las fuerzas armadas, no son un Estado aparte, pues sería un serio peligro para el país entero, el cual se compone, números más, números menos, de 130 millones 130 de ciudadanos a los cuales se les trata de imponer una dictadura.

Que Dios nos agarre confesados. Remate dominguero: ¡Libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre! Vale.