Inicio Perspectiva Sexenio perdido

Sexenio perdido

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- La pandemia, la caída de la actividad económica, la escasa inversión, la fuga de capitales y las políticas públicas del presidente aseguran un sexenio perdido en términos del poder adquisitivo de los mexicanos y decrecimiento para el país.

Si bien nomás creceremos este año 2.5% y los dos siguientes un poco menos que eso cada año (2023 y 2024), estos cálculos duros y respaldados por todas las agencias calificadoras, además del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el propio Banco de México y el INEGI, nos dejan claro que la caída de la economía durante el confinamiento por la pandemia y los demás renglones señalados llevarán a que el sexenio tenga una baja en el promedio per cápita del PIB de unos 1,000 pesos por habitante, con datos de 2019 y proyecciones del resto del sexenio. Medido a precios de 2013 (son los disponibles) perderemos unos mil pesos en nuestra capacidad de consumo.

Las remesas que tanto se presumen han sido la salvación de que la crisis no se haya manifestado peor, porque los 50 mil millones de dólares (mmdd) que mandan los paisanos alivian a miles de familias en su economía básica, de lo contrario estaríamos en problemas de colapso económico del país, cuestión que traería una devaluación de la moneda. Esas remesas no son logros del gobierno, aunque se presuman como si fueran resultados de gobernar; al contrario, deberían avergonzar al presidente y todos los anteriores el que se hayan ido porque aquí no hay oportunidades.

Volvamos al tema: Urge generar confianza para atraer capitales, cambiar las políticas públicas para que sientan seguridad las empresas que pueden venir a generar empleos. Aminorar el gasto corriente es una prioridad, pero eso implica, lo que todo político no se atreve: negociar con sindicatos y despedir empleados de confianza, la austeridad que pregona el presidente es apenas una aspirina para el cáncer que se tiene en el presupuesto comprometido o etiquetado.

Pemex, CFE, SNTE, CNTE, sindicato de gobierno federal, tienen concesiones y las llamadas conquistas sindicales que son muy, pero muy onerosas para el país. De nada sirven los programas sociales, como la pensión universal y los demás que se han creado si la capacidad de maniobra en el presupuesto es tan limitada.

Hay temores en los corporativos extranjeros instalados en México, por la amenaza de cancelación de concesiones que tienen millonarias inversiones, como los parques eólicos que se quedarán como fantasmas y crearán litigios muy costosos para el país contra otros países que, seguro, defenderán a sus ciudadanos o corporaciones que invirtieron en México.

Terquedades

México está perdiendo credibilidad al exterior. Las empresas gigantes quieren irse y las que venían se han arrepentido. Los mexicanos con capital están sacando del país su dinero a lugares más seguros. La gente común que tiene pequeños ahorros prefiere comprar un centenario, una propiedad o una barra de plata que tener el dinero en el banco.

¿Si ya tengo zapatos para qué más? ¿Qué es eso de comer excéntrico, de vestir y tener más de dos trajes, si con 200 pesos en la cartera es suficiente? Son palabras del presidente que asustan a cualquiera y despiertan simpatía en un sector de la población, la más humilde, que cree que el presidente puede ser el Quijote de la Mancha que le puede ganar a los molinos de viento.