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¿Ser blanco es privilegio?

Dr. Fernando Antonio Martínez Herrera.- Hace unos días leí un libro de Hernán Gómez Bruera que lleva por título “El color del Privilegio, el racismo en México”. El racismo nada tiene que ver con ser buenas o malas personas, es muy común hacer distinciones entre personas de acuerdo al color de su piel o de su origen, tengan o no posesiones. Lo hacemos sin darnos cuenta en forma racional y no lo pensamos ni al hacerlo ni después de hacerlo. Ha ocurrido siempre y no hay manera de que deje de haber ese racismo tácito en nuestra actitud y actividades de cada día.

Confundimos el racismo actual con las acciones extremas como las que originaron las guerras mundiales, primero por dominio en Europa y después por una raza que buscaba la supremacía aria sobre las demás razas del mundo; incluso pretendieron desaparecer por racismo y odio a una de las razas del mundo, que es la judía, con ella a los gitanos, los homosexuales y, de paso, arrasaron con su propia raza que se atrevió a disentir de su forma de pretender dominar el mundo.

Creemos que el racismo es el que sufrieron los esclavos traídos a la fuerza de su continente para ser vendidos en países que requerían de mano de obra. Y, últimamente, creemos que los racistas son los que discriminan y rechazan la emigración de los pueblos.

El racismo es tan cotidiano en nuestra vida actual que forma parte de nuestro lenguaje, actitudes y acciones cotidianas. Dice la socióloga Mónica Moreno que: Es lo que todos hacemos, bajo la lógica de que “así son las cosas”.

Genéticamente los humanos somos 99.9 por ciento iguales, independiente del color de la piel o de los orígenes que nos hemos asignado: americanos, europeos, asiáticos, africanos o amerindios. En realidad, las razas no existen. Biólogos, genetistas y antropólogos coinciden y hay consenso en esto; aunque sea evidente que hay diferencias físicas de unas personas a otras. Olivia Gall, experta en racismo, dice que, vistas de cerca las personas, esas diferencias no son suficientes como para justificar la clasificación de negros, indios, asiáticos, etc. Por otro lado, las capacidades o limitaciones mentales del ser humano nada tienen que ver con el color de su piel o el lugar donde nació. 

Si las razas no existen, pero aun así, basados en el 0.1 % que hay de diferencia en el genoma humano, hemos creado un mundo de racismo cuando en realidad esas diferencias deberían ser sola y únicamente para distinguirnos, que nada tiene que ver con menospreciar, discriminar u odiar a los demás.

Nada que ver con las razones inventadas de que unos nacieron para servir y otros para ser servidos, quién merece dignidad para disfrutar pleno de sus derechos y quién no, para que viva en estado de marginación. Si las razas no existen tampoco quiere decir que el racismo no exista porque ese lo hemos creado a conveniencia. La evolución de unos propició que se aprovecharan del atraso de otros. 

Desde los primeros orígenes de la humanidad se formaron imperios que dominaban un tiempo y luego surgían otros. Egipto, Grecia, Roma, árabes y musulmanes disputaron el poder por la fuerza y la supremacía de su raza, luego el Viejo Mundo en su búsqueda de insumos esclavizó a todo un continente, además de que ya se habían repartido los otros. Las potencias cambiaron y ahora domina una de nuestro continente que durante cientos de años tuvo esclavos hasta que la evolución los llevó a una guerra fratricida para cambiar el orden de las cosas.

¿Pero y el racismo? ¿Es propio de países dominantes o es propio del ser humano? El racismo está presente en todo el mundo y dentro de cada país, dentro de cada ciudad y dentro de la sociedad en que vivimos. No hay razas, dice la ciencia y ofrece 99.9 por ciento de prueba, pero hay racismo por doquier con el respaldo del 0.1. ¿Nuestra condición humana carece de límites? Piénselo…

Terquedades

Hay muchos vicios que limpiar en la sociedad, no solo tan importantes como el tema de la columna, sino otros menores, pero que causan daño terrible a todos; entre ellos, las cárceles, donde todo es con dinero, con los agentes de Vialidad es igual, los agentes de policía, tanto del orden como investigadora igual. ¿Que no podrá existir algún remedio?