CANBERRA- En abril de 2020, el australiano Richard Pusey fue detenido en la autopista Eastern de Melbourne por exceso de velocidad. Cuatro agentes de Policía fueron atropellados por un camión mientras se preparaban para incautar su Porsche. Pero en vez de ayudar a los policías moribundos, Pusey comenzó a filmar su agonía.
El hombre estaba orinando a un lado de la carretera en el momento de la tragedia. Una vez que se dio cuenta del accidente, Pusey (que se encontraba bajo el efecto de la MDMA y el cannabis) sacó el smartphone y grabó dos vídeos en los que se mofó de los uniformados gravemente heridos e hizo tomas cercanas de sus lesiones y del vehículo policial destrozado.
“¡Esto es increíble! Creo que ha despejado a todos. Que suerte que fui a mear. Creo que me iré a casa en un jodido Uber! ¡Eso sí es justicia!”, se le oye expresar en una de las grabaciones.
Todos los policías murieron en la escena, mientras que Pusey huyó del lugar del incidente. Al día siguiente, confesó “estar avergonzado” por lo que hizo.
Casi un año después de la tragedia, el hombre fue condenado a 10 meses de prisión por un tribunal de Melbourne. El juez Trevor Wraight afirmó que sus acciones y sus palabras “no solo son despectivas y horribles, sino también insensibles y repudiables”.
Sin embargo, debido a que el hombre ya ha pasado casi 300 días bajo custodia, podría salir en libertad en el futuro próximo. Pusey también ha pagado una multa de 775 dólares, mientras que su carnet de conducir será suspendido por dos años. En cuanto al conductor del camión, Mohinder Singh, fue condenado a 22 años de prisión.
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