JERUSALÉN- Unas 10 mil personas participaron en el funeral por el rabino Meshulam Dovid Soloveichik, quien murió por COVID-19 a los 99 años, mientras la Policía evitó dispersar a la multitud aduciendo que todos los sectores de la sociedad israelí violan las regulaciones sanitarias, según recogió el ente público Kan.
Soloveitchik era miembro de una respetada dinastía rabínica y lo reverenciaban todas las facciones ultraortodoxas.
La Policía dijo estar en conversaciones con líderes religiosos por la asistencia masiva a la procesión funeraria que partió de la casa del rabino en Jerusalén hasta el cementerio Har Hamenuhot en la misma ciudad, pero no se han llevado acciones para dispersarlos hasta ahora.
A pesar de representar el 13% de la población, los ultraortodoxos conforman el 40% de contagiados de COVID-19. Sus escuelas han seguido abiertas por seguir las instrucciones rabínicas de mantenerlas así a pesar del confinamiento nacional. Algunos también han celebrado eventos masivos, como bodas, en la que la mayoría de los invitados no respetaban las normas de distanciamiento social o uso de mascarilla.
Israel está en su tercer confinamiento para combatir el virus, sin embargo, los contagios siguen siendo altos.
Sputnik