Inicio Perspectiva Sacudiendo mentes para una educación plena

Sacudiendo mentes para una educación plena

Nutola Vida.- La preocupación por la deserción escolar, la infelicidad laboral educativa como maestro y administrativo reprimen al ser humano como saber vivir mejor.

La problemática expuesta en este ensayo concibe a escudriñar lo que frustra a la mente, aquello que ha hecho que se haya perdido el sentido de la existencia. La formación principal del intelecto que conecta con la sociedad se inicia desde la casa, la casa principal, la que no fue escogida para crear un núcleo familiar, la que el mismo entorno impuso que existiera un acercamiento para toda la vida haciéndolo a partir de lo sanguíneo.

La educación es la pauta inicial que impulsa a la toma de decisiones exigentes para la construcción en la vida. Forma principalmente la decisión de elegir en beneficio propio consciente o inconscientemente lo que se hará para un sano bienestar. No solo la educación de un niño depende de los adultos en la época de la infancia, cuando es así trae consigo el vacío de la autoformación.

El hecho de haber nacido es ya un derecho que no se escogió para ser parte de este mundo. Es un derecho agregado e impuesto para ir de la mano con un desconocido al que con tiempo y aprendizaje se le llega a llamar mamá o papá. Cuando ya se es incluido en un hogar, se hereda la tradición de estudiar en una escuela por 17 años como obligación.

Analizando el trasfondo, ese acto podría tomarse como una reciprocidad o correspondencia hacia el familiar que representa la manutención y la estabilidad de un bienestar. Asimismo, por casi dos décadas el adolescente está presionado de hacer algo con su vida cuando cumpla los 18 años.

Se ha dedicado a estudiar y no ha sido guiado a aprender cómo se debe vivir, además de ignorar el conocerse a sí mismo, a responder las preguntas básicas como: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo? y ¿para dónde voy?

Ante esto, el hecho de que no sea formado por ese proceso interno, no sean atendidas las emociones reprimidas y no sea revelado para disfrutar el talento innato oculto o rechazado, se crean involuntaria y directamente las enfermedades mentales como la ansiedad, la depresión, el estrés. 

Agregado a esto, existe otro infortunio en los actos del adolescente, hallado en la segunda sociedad que es escogido por su primer núcleo, el personal educativo. Dependiendo de la economía de sus padres, es llevado a una escuela pública, en donde los maestros y maestras, con o sin pasión, van moldeando para bien y para mal la mente del joven, por tanto, complementan la infelicidad del estudiante al no lograr activar su atención, cautivar la capacidad de asombro y armonizar sus emociones, termina desorientado, y todo esto, lo dirige como escape o fuga a asumir una relación para ser padre o madre a tan temprana edad.

El ser humano es una marioneta más de millones que van “como borregos al matadero”.  Es una realidad crítica observar su vacío. Lo que conlleva a la secuencia de su baja autoestima, la mediocridad de personaje que puede ser como padre o madre cuando no se ha formado correctamente, o la apertura de un pensamiento suicida.

Este ensayo, al pretender desmenuzar con reflexión el trasfondo de la realidad que enfrenta un adolescente al ser mal formado en su hogar y en su escuela, propone también exponer razones positivas que den solución a la educación bien dirigida como la educación 2030. Sin embargo, para llegar a ese punto, es necesario que analizar también el papel de los padres. Asumiendo el hecho todo es una secuencia tradicionalmente mal implementada de formaciones sin base.

  1. ¿Por qué el ser humano no se preocupa por el ser?
  2. ¿A qué le teme?
  3. ¿Cuál es la necesidad de contraponer el saber, desear y poseer en las emociones que le están carcomiendo su mente?
  4. ¿Por qué el Estado no recalca la filosofía y la psicología como primeras materias de inducción a la escuela desde el nivel de primaria?

El ser humano extingue el conocimiento real, desde lo más básico como el mantener la capacidad de asombro. Hoy en día es difícil que el maestro no genere una reacción positiva de novedad hacia el estudiante.

Respondiendo a las preguntas anteriores:

1. El ser humano no se preocupa por el ser, porque no conoce de su mundo interno. Ha dejado de lado esa parte de sí mismo, como ignorar que se tiene el brazo derecho y solo se le da uso al izquierdo. El mundo externo es lo que le genera asombro, lo material y lo tecnológico acaban con su análisis y con su reflexión. Ya en la mente no se halla un pensamiento crítico, ya no cautiva al razonamiento lógico o el interés de ser parte de una buena platica.

2. El ser humano le teme a hallar sus debilidades y aceptar sus defectos. Al verse ignorante (aunque todos lo son pero la diferencia es que se ignoran cosas diferentes), indefenso, y fracasado. Un ejemplo directo es un padre que obliga a su hijo a estudiar una carrera que él no pudo ejercer o la madre que impulsa a su hija a estudiar una carrera que tenga demanda para que le dé una mejor economía que la que ha tenido. Temer implica inseguridad. ¿Por qué el padre no acepta que su hijo no quiere estudiar?

3. La necesidad de contraponer el saber, el desear y poseer por encima del ser, es un acto de ignorancia. Es tan sano hacer catarsis para desfogar la basura mental o emocional que se acumula por años y que contamina el foco directo a lo que el ser humano debe preocuparse, ser feliz en lo que hace, pero sobre todo ser feliz con lo que se es.

4. La educación es una herramienta que alimenta al conocimiento. Es una herramienta que fortalece la mente y la guía a un porvenir beneficioso. Sin embargo, hay que replantear el mal uso que se le está dando. Las ciencias trascendentales como la Filosofía y la Psicología son las que van directo a sacudir el conocimiento existencial y las emociones obstaculizadas. Acercar al niño desde la primaria al análisis, a la mayéutica Socrática con preguntas internas es guiar su preocupación, su incertidumbre, su novedad a la seguridad de un razonamiento correcto. Es evitar que él siga cultivando crisis existenciales que terminarán afectándolo en su adultez. 

Por tanto, sacudir mentes para una educación plena es una manera sutil de acercar a la problemática que hoy reprime al ser humano. 

Existe un término, “Sapere Aude”, de Emmanuel Kant en su ensayo “Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?”, que complementaría muy bien el análisis que se quiere plantear. La mente se sacude cuando se atreve hacer uso de su propia razón. Dejar a un lado las muletillas de la ignorancia y crearse un mundo interesante es un poder que se debe manifestar. La educación, además de iniciar desde la cuna, desde el pizarrón debe mantenerse desde el ser autodidacta como también formar los niveles correspondientes que exige la sociedad, Licenciatura, Maestría y Doctorado.

La educación mejora cuando el ser humano es consciente de su infelicidad, halla la cura a su crisis existencial. Y todo ese proceso se empieza desde los padres, para que la secuencia progresiva se transmita a sus hijos y los hijos como estudiantes lleguen a compartir su interés por el aprendizaje hacia sus Maestros y viceversa.

La educación 2030 permite modificar el crimen que se le ha hecho a la educación, con el fin de que progrese. La propuesta es transformar vidas con escuelas gratuitas. Es invertir en que la educación sea equitativa, en que exista un desarrollo sostenible donde se elimine el analfabetismo en millones de jóvenes y en países que tienen una educación nefasta.

Hallar los obstáculos de la educación como la pobreza, proteger el planeta y darle vida a la igualdad de género es comenzar a limpiar el derecho de estudiar para millones de jóvenes que han dejado de lado su formación.

Aceptar que la escuela es la casa mental del niño es aceptar que las instituciones y gobiernos puedan hacer cambios radicales e inversiones necesarias para apoyar a todo aquel que quiere alimentar su mente.

Por tanto, la educación plena puede lograrse con educar también a los maestros, el empoderamiento, la certificación de su profesión, el trato, el reconocimiento, el buen salario y la libertad para evaluar, además de compartir su creatividad o talento con sus estudiantes es permitirle ser. Si el maestro está desanimado, el estudiante directamente se frustrará en la clase. Un salón de clase es la base para construir una sociedad, que para uno de sus protagonistas es la vida la que empieza a conocer y la que afrontará cuando decida por ella.