Por Javier Sánchez.- El gran púgil nacido en Cuernavaca, Morelos con residencia en la Ciudad de México, nunca ha recibido el reconocimiento que merece como uno de los mas grandes boxeadores en la historia, no solo de México, pero del mundo entero. Como campeón mundial paja (108 libras) y minimosca (110 libras) no tiene paralelo en los 100 años que tiene el boxeo moderno. Y digo esto sabiendo que existió un Jimmy Wilde, el diminuto boxeador inglés que acumuló un record de 131-3 con 98 KO’s en combates entre 1911 y 1923.
Lo vi pelear varias veces en Las Vegas en combates de respaldo en funciones encabezadas por Julio César Chávez y promovidas por el controvertido y locuaz Don King. Seguido jugaba un papel de menos importancia en las conferencias de prensa después de sus combates como coestrella en las funciones que en que reinaba Chávez. A veces hasta pasaba desapercibido por la prensa americana que mayormente solo conoce y está interesada en los pesos completos.
Ricardo “Finito” López fue un grande entre los grandes. Solo un puñado de boxeadores en la historia de este apasionante deporte se ha retirado invictos. El Finito, sin embargo, es el único boxeador que se ha retirado imbatido como campeón amateur de los Guantes de Oro y como profesional. Nadie le hace sombra en el boxeo. Ni Julio César Chávez, ni Juan Manuel Márquez y mucho menos el boxeador tornado vedette, “Canelo” Alvarez.
El “Finito” López debutó como profesional en 1989 a los 18 años de edad con un nocaut en 3 giros sobre Rogelio Hernández. Ganó sus primeros 26 combates antes de ser considerado adepto para disputar el título mínimo de los 49.9 kilos (108 libras). Y como todos los grandes en este deporte, el púgil mexicano no desaprovechó la primera oportunidad.
Fue en 1990 cuando el “Finito” disputó por primera vez un título mundial, el de CMB, al japonés Hideyuki Ohashi, a quien puso fuera de combate en 5 asaltos en un desafío celebrado en Japón. En 1991, celebró la primera defensa de su tiara ante otro nipón, Kimio Hirano, otra vez en Japón conservando el cinturón. En el país del lejano oriente de nuevo, Ricardo venció por decisión unánime al ex campeón coreano, Kyung-Yun Lee en el mismo año.
En 1992, defendió el fajín en el Frontón México ante el filipino Pretty Boy Lucas a quien venció por decisión unánime. También en el 92, pero ahora en Ciudad Madero, Tamaulipas, se despachó por KO al tailandés Singprasser Kittikasem, a quien lo hizo pisar el tapiz en tres ocasiones antes de ponerlo fuera de combate en dos giros. El “Finito” cerró el año en Tokio, Japón con otro nocaut. En esta ocasión su víctima fue el taiwanés Rocky Lin.
En 1993, contrario al comportamiento de los temerosos y pusilánimes campeones actuales que solo defienden en Las Vegas o cerca de casa, Ricardo regresó a Corea del Sur a defender su título una vez mas. Su rival en turno fue el coreano Kwang Soo Oh y el “Finito” se acreditó otro nocaut. Este mismo año, el campeón mexicano defendió su cetro tres veces mas ante el tailandés, Saman Sorjaturong en Nuevo Laredo, Tamaulipas, ante Toto Pongsawang, otro tai, para variar, en Bangkok, Tailandia, y finalmente aseguró su tiara ante el filipino Manny Melchor en el Ceasars Palace de South Lake Tahoe, Nevada. Tres defensas, tres nocauts. Un año redondo.
En 1994, siguió con otras cuatro defensas de su faja. Cayeron el colombiano Kermín Guardia por decisión en el Casino MGM de Las Vegas; Surachai Saengmorakot por KO, también en el MGM, y luego se despachó al “Candelita” mexicano Javier Varguéz en La Plaza Monumental de Toros en México por KO y cerró el año con una victoria sobre otro colombiano, Yamil Caraballo, por KO en el Estadio de Beisbol de Monterrey. Trayectoria increíble y espectacular.
Pero si en el 95 solo defendió una vez el título ante el noqueador filipino Andy Tabanas, con otro KO, en el 96 lo defendió en cuatro ocasiones por la vía del cloroformo. Cayeron en fila india el filipino Ala Villamor en el MGM; el tai Kitichai Preecha en el Fantasy Springs Casino de Indio, California; el africano Morgan Ndumo en el MGM y el coreano Myung Sup Pak en Indio, California también. Este tipo de travesías a través del deporte solo se ven en películas de fantasía.
En el 97, descansó con solo dos defensas, una decisión y un nocaut. El primer desafío se lo ganó al tailandés Mongkol Charoen por decisión en el Hilton de Las Vegas. Luego debutó en el legendario Madison Square Garden de Nueva York noqueando al popular boricua Alex Sánchez. La meca del boxeo también conoció la grandeza de Ricardo “Finito” López.
El 98 sorprendió al campeón con las dos peleas más durísimas de su ilustre carrera. Su rival fue el durísimo nicaragüense Rosendo “El Búfalo” Alvarez. Ante el nica el “Finito” sufrió su única mancha en su record: un empate técnico. Hubo un choque de cabezas y el réferi Arthur Mercante Jr. recogió las tarjetas de los jueces y se decretó el empate. La contienda fue por el título de la AMB que tenía el nica. La pelea fue en la Plaza Monumental de Toros de México. En la revancha, en el Hilton Casino de Las Vegas, Ricardo rescató una decisión peleando ante un Búfalo excedido de peso que dejó su título en la báscula. El “Finito” ya no peleó mas ese año. El fin de su carrera no estaba ya muy lejos.
En 1999 solo celebró una defensa ante el norteamericano Will Gringsby, a quien batió por decisión. Hizo otra defensa mas en el 2000 ante el tremendo noqueador tailandés Anucha Phorthong, a quien noqueó en el fabuloso Casino Mandalay Bay de Las Vegas.
Luego vino el 2001 y el “Finito” se despidió del box con una enésima victoria por KO sobre el africano Zolani Petelo.
Así llego a su fin la maravillosa y sorprendente carrera de unos de los máximos exponentes de este viril y recio deporte de todos los tiempos.
Record final: 52-0-1, y 38 KO’s con 21 defensas de su título paja y dos defensas mas de su título minimosca para un total de 23 defensas. En un mundo de campeones efímeros, este récord será eterno. (Juárez Hoy)