Raúl Ruiz.- “¡Van a recibir una derrota histórica!” Les anticipó Cruz Pérez Cuéllar a sus opositores. Lo hicieron encabronar más de la cuenta.
La fallida estrategia de repetir como pericos, ¡corrupto!, ¡corrupto! En vez de hacer campaña; en vez de llevar votos a la urna.
El fallido intento por causarle daño con la compra de un medio de comunicación que a diario le pegaba con la misma cantaleta.
El infructuoso performance montado por el grupo teatral dirigido por Perla De la Rosa y “activistas” que maneja.
La desmesurada persecución del fiscal anticorrupción al echar a la calle a su esposa e hijos por una supuesta investigación contra su rentero, quezque por enriquecimiento inexplicable, produjeron una reacción inversa, y el pueblo de Juárez se volcó a votar por él.
Fueron 354,400 votos. Nomamespancho. ¡Una votación increíble! Con una vueltecita que se dé por el estado, atrapará otro tanto para consolidar su objetivo central: la gubernatura de Chihuahua.
Mientras tanto sus opositores, atónitos, pasmados, incrédulos, desmembrados, rumian su derrota con odio jarocho. No tendrán tiempo de reaccionar contra la chairiza enardecida que ha cobrado conciencia de su fuerza electoral.
Créanme, no hay tiempo. En lo que comienzan a recoger entre los escombros algo útil para la batalla del 27, y admiten su derrota. En lo que renuevan sus cuadros dirigenciales, no reciclar dirigencias con perdedores. En lo que descubren y capacitan nuevos liderazgos. En lo que comienzan a reescribir sus principios más profundos y empiezan a divulgarlos.
En lo que reinventan una posibilidad de triunfo y la hacen estrategia. En lo que desechan su única arma que es el golpeteo. Se irán los años de manera angustiante.
La batalla del 27 comenzó ayer. Inicia con la constancia de mayoría en alto, que pone la vara muy difícil para cualquiera. El reto para él es igualmente complejo. Tendrá que duplicar el esfuerzo y dejar un legado sin precedente.
Será su carta de presentación hacia los chihuahuenses para lograr su cometido. Por lo pronto se abre un lapso para el juego de las especulaciones. Dos grupos de especuleros: Agoreros contra optimistas. ¿A cuál pertenece usted?
