Después de la controversia generada en el Cabildo de Juárez, donde los regidores aprobaron el retiro de la Presea Fray García de San Francisco a Aristeo Baca Baca, este martes el sacerdote regresó el reconocimiento.
Acompañada de una carta dirigida al secretario del Ayuntamiento, el sacerdote entregó la presea que cada año se entrega a personalidades que se destacan por su labor en beneficio de la comunidad fronteriza.
Aclara el Padre Aristeo que aunque nadie le pidió que regresara la Presea, decide hacerlo para que el Cabildo local le dé el destino que considere conveniente.
“Deseo expresar que tanto mi labor pastoral, como evangélica y en la obra social realizada, tan solo he sido un simple servidor en cumplimiento de mi deber, sin mérito alguno. Por esa razón, jamás he solicitado, o siquiera deseado, reconocimiento alguno, y menos una presea tan valiosa como la que hoy regreso”, escribió el sacerdote en su misiva.
Acusado por presunta violación a una menor de edad, el sacerdote se encuentra cumpliendo una condena en prisión domiciliaria, motivo por el cual los morenistas del Cabildo de Juárez pidieron se le retirara la presea, aunque el sacerdote sostiene que es inocente del delito del que se le acusa.
“Lamento mucho que el proceso ampliamente publicitado en los medios de comunicación, haya originado la percepción pública de que soy responsable de un delito que no cometí; y que la grave acusación en mi contra, a su vez, haya originado una sentencia condenatoria que hizo añicos mi reputación, mi honor y mi buen nombre. Pero en mucha mayor proporción –debo indicar– me duele el daño colateral que a causa de mi proceso y mi condena, ha sufrido la Iglesia Católica a la que pertenezco”, detalla el sacerdote en su carta.
“Soy totalmente inocente”, finaliza la carta firmada por el sacerdote, quien explica que su proceso se encuentra actualmente en un Tribunal Colegiado, del que confía que con total imparcialidad se resuelva su situación jurídica de forma favorable.
