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Provocación empresarial

Raúl Ruiz.- Ayer fui a la conferencia que dictó Carlos Loret de Mola en el salón Terraza La Cité, propiedad de Teto Murguía Lardizábal. El comunicador, todos lo sabemos, pertenece a un bloque anti 4T, que pretende derrocar al presidente Andrés Manuel López Obrador bajo una estrategia conocida como El Golpe Blando.

Proyecto concebido por el politólogo Gene Sharp en un ensayo al que tituló “Manual para una revolución sin violencia”, idea comprada por los gringos para disolver los gobiernos incómodos en su propósito expansionista.

La estrategia está compuesta por varias etapas. La primera etapa es promover acciones no violentas para generar y promocionar un clima de malestar en la sociedad, destacando entre ellas denuncias de corrupción, promoción de intrigas o divulgación de falsos rumores.

Ejercicio que aplican los adversarios de AMLO utilizando figuras nacionales de los medios de comunicación como Carlos Loret, Joaquín López Dóriga, Pepe Cárdenas, Pedro Ferriz de Con, Carmen Aristegui, Leo Zuckerman y otros más.

Opiniones sistemáticas que a través de la radio, televisión y redes sociales sostienen que la 4T es una burla para el pueblo mexicano, que su gobierno está llevando al país a la ruina y que su propósito central es crear un régimen dictatorial.

Por otro lado, la clase empresarial se encuentra  dividida y una parte acusa a los líderes actuales de traicionar los valores de liderazgo de aquellos empresarios que una vez enfrentaron a Luis Echeverría Álvarez. “Una clase empresarial sumisa, que solo ven intereses personales, individualistas, que no negocia y trabaja en conjunto con el gobierno”, aseguran.

En Ciudad Juárez también están divididas las cámaras. Sin embargo, ayer, unos por convicción y otros por curiosidad, acudieron a escuchar a Loret, quien ahora en esta modalidad de conferencista, persiste en el propósito central del equipo que paga sus cuentas: El de Claudio X. González.

Aquí  algunas frases suyas:

Los mexicanos somos susceptibles a darnos de latigazos.

Somos el gigante latinoamericano.

Tenemos muchas cosas buenas en el país.

Yo siempre dije que López Obrador nunca sería como Chávez.

Hay una gran libertad de expresión. Sí, pero porque la sociedad está al pendiente.

El presidente siempre ha tenido un gran apetito dictatorial.

No ha podido hacer lo que ha querido, porque la sociedad no lo ha dejado.

Ha querido doblar a los jueces cuando las resoluciones están en su contra, pero no ha podido.

López Obrador siempre me ha insultado, uno de sus insultos fue decirme, Camaján.

Siempre me ha acosado pero siempre le he dicho: A mí nunca me va a callar.

AMLO es una máquina de generar desconfianza”.

Sin embargo, reconoció que hoy Morena se lleva de calle a la oposición pese a que, para él, sus “corcholatas” son puros inútiles. “Me queda claro que si la oposición sale a la marcha por el INE con 20 o 30 mil personas, no tiene nada que hacer. Morena en una sentada les planta 100 mil en el zócalo, ¡pero fácil!”

Personalmente, pienso que Loret y sus compañeros periodistas impulsores del Golpe Blando, están engañando a sus patrones. ¿Por qué? Porque la estrategia de insultos, injurias y ofensas no pasa de complacer a los adversarios de Andrés Manuel, no permea al espacio donde habita la perrada. No convence.

El CCE local, me parece, trajo a Loret como un acto de provocación a la clase empresarial, para crear un bloque más compacto, contra la consolidación de la 4T.

Entre la concurrencia, pudimos advertir la presencia de: Oscar Ibáñez, Cruz Pérez Cuéllar, Teto Murguía, Nora Yu, Enrique Serrano, Sergio Nevárez, Rogelio Loya, Rafael Fitzmaurice, Raúl García, Joob Quintín, Héctor Núñez, Lalo Ramos, Manuel Sotelo, Clara Torres, Ramón Iglesias, Rocío Sáenz, Toño Andreu, Rogelio Ramos, Guillermo Soria, Luis Deras, Beto Kong, Alejandro Sandoval, Chito Cereceres, Pacífico Heras, Víctor Espinoza, Emilio Banda, Alfredo El Caballo Lozoya, Francisco Sánchez, Juan E. Muñoz, Edgar Lara y Raymundo Domínguez, entre otros.

El pretexto: La entrega de los galardones “Estrella Ascendente” a  la empresa del año, que en esta ocasión ganó Boca Rosa, de Gustavo Muñoz. Y la presea “Altos Vuelos”, otorgada a Julio Chiu, como el empresario del año.

Los miembros del CCE: Fabiola Luna, Nora Elena Yu, Manuel Sotelo, Héctor Núñez, Jorge Bermúdez, Thor Salayandía, Rogelio Ramos, Rogelio González Alcocer.