Daniel Martínez.- Segundo fin de semana de enero, así que espero estés cumpliéndote tus propias metas. El día de hoy te voy a contestar el tema que me pediste: ¿POR QUÉ NOS ENCANTA EL DRAMA?
Y sabes, es que el estar en el estira y afloja, en discusiones, reconciliaciones, nuevos encuentros, problemas, soluciones, malos tratos, apoyo y más, es como un coctel de adrenalina, dopamina, cortisol y tantas secreciones que nos alteran y refuerzan el vivir en el drama; es hasta como una adicción, la cual mantenemos a través de nuestras conductas y pensamientos.
La respuesta está en la historia de la persona que comúnmente se desarrolla en un contexto social donde el amor, las parejas, el ser individual y todo lo que le sucede está asociado con ser una persona exitosa, mismo concepto que confundimos con la estabilidad, pues si logras lo que deseas, entonces ya no tienes que estar ocupado buscando llegar a algo, así que “estás tranquilo”. ¿O no?
Ignoramos que cada quien tiene vidas distintas, con situaciones emocionantes y que cada quien decide qué es lo que le hace bien o no. En las parejas cada quien elige qué le gusta y qué no, para qué quiere la pareja y qué quiere lograr. No está mal el noviazgo eterno si así lo decides, no está mal el tener problemas y solucionarlos o tener límites y retirarte, no está mal el salir con varias personas sin compromiso alguno, si eso es lo que buscas y no te causa ningún problema.
Lo que está mal es creer y querer que lo que tú haces, todas las personas deban quererlo. Hacerlo y creerlo es la parte del EGO que nos lleva a la problemática, al drama. Si entendiéramos que cada persona es única, irrepetible y que su mente es su propio mundo y que para coexistir en el mismo lugar lo único que debemos poner en práctica es la empatía y el respeto, entonces todo sería distinto.
Entendamos que nadie está obligado a cambiar y amoldarse a lo que no quiere, no insistamos, que nuestro ego no controle que todos tienen que girar a nuestro alrededor porque cuando esto no sucede entonces sufrimos y nos sentimos poco merecedores en la vida. Hahaha… es gracioso porque nuestro ego herido es lo que ahora nos responde y nos desestabiliza. ¡Mucho ojo a esto!
Si bien el drama es lo tuyo, te gusta vivir ahí, adelante. Sólo que aprende a surfear entre las olas de que en muchas ocasiones no podrás controlar las situaciones y menos a las personas, que tu arma de manipular debes pulirla más o aprender que no todo mundo caerá en ello. Acéptalo o seguirás sufriendo.
Y si tú ya no quieres vivir con tanto drama, entonces te invito a ordenar tu vida, a ser consciente qué te lleva a ello, por qué lo eliges, qué herida debes sanar, desde dónde has vivido con el drama en tu infancia y por qué sigues repitiéndolo…