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¿Por qué negarse?

Sólo nos convertimos en lo que somos a partir del rechazo TOTAL y profundo de aquello que los otros han hecho de nosotros. Jean Paul Sartre, filósofo francés

Cuauhtémoc Monreal Rocha.- No hayamos la forma de redactar esta entrega semanal, pero vamos a teclear tratando de lograrlo, porque seguimos imaginándonos que la Señora Claudia, de todos nuestros respetos por ser la Jefa de la Nación Mexicana, tiene un cargo oficial que le acredita una banda tricolor cruzada en el pecho y una oficina en Palacio Nacional, pero insistimos, creemos que la Presidenta con “A”, aún no tiene el poder, que lo tiene otro ciudadano.

Lo anterior indica que, dentro del citado Palacio, a la Doctora todavía la sigue y le pesa mucho “La Sombra del Caudillo”. ¡Qué lástima!, porque con los baños de pueblo que se está dando como el del domingo, da la impresión de que sigue instrucciones muy precisas de su antecesor, que no la deja ser ella misma.

Luego, para colmo de los males, nuestro gobierno no puede ocultar ante la comunidad internacional y al interior del país, la pésima imagen de ser un gobierno corrupto y que, lamentablemente, está coludido con la delincuencia organizada, aparte de ser un gobierno autoritario que tampoco inspira confianza, tanto en el interior como en el exterior, pues la 4T y morena, aunque sean lo mismo, prefieren, a pie juntillas, imponer, principalmente a los sectores económicos y productivos de la nación, su enorme fuerza política y la del Estado, por sobre la legalidad y el derecho.

La pantomima del domingo 9 de marzo, indicó que Claudia sigue aferrada a un reciente pasado, por qué negarse a dejarlo y ser ella misma y ejercer el poder que el pueblo, su pueblo, como ella dice, le otorgó por la vía democrática y seguir con la mentira y el engaño; el concepto del servicio público, ha quedado en sólo manipular a las masas ignorantes y de esta manera, lograr sus aviesas intenciones de perpetuarse en el poder y salvaguardar sus particulares intereses, mientras los graves problemas de la nación como la salud, la educación y el campo, siguen allí, como mudos testigos de la historia.

Para la tranquilidad del lector (a), después de haber leído lo anterior, va: ¿Por qué las focas miran hacia arriba? Porque arriba está el foco. Vale.