Inicio LA OTRA NORMALIDAD Pleito con la ciencia

Pleito con la ciencia

Jorge Quintana.- Durante la presente administración federal ha sido constante el esfuerzo del presidente de la República y de los funcionarios del gabinete de la cuatro T, por desacreditar y menospreciar a la comunidad científica del país.

Desde la reducción presupuestal a la Educación y a los centros de investigación del Conacyt, así como a las instituciones de educación superior, solamente podemos percibir su animadversión con las instituciones que dan elementos científicos para el diseño y la aplicación de políticas públicas.

En los Centros Conacyt, la baja presupuestal ha llevado a sus integrantes a la situación laboral más denigrante en la historia de México. La desaparición de los fideicomisos, que aportaban de manera trasparente los recursos financieros para los proyectos de investigación, la desaparición de los fondos sectoriales del mismo Conacyt y la reducción del presupuesto ordinario de estas instituciones, no dejan lugar a dudas: el presidente quiere desaparecer la Ciencia y a los científicos del país, para que nadie le cuestione su pobre visión de México y lo errático de sus decisiones públicas.

Aunado a estas sinrazones, toman como modelo el CIDE para cambiar el consejo y solo consultarlo, quitándole las facultades de decisión. ¡Vaya conflicto el que se está desarrollando en este importante centro de investigación!

Y la titular del Conacyt parece ausente de la comunidad a la que otrora perteneció y, sin la menor dignidad, sigue a pie juntillas las erráticas decisiones de AMLO.

Lo mismo pasó con la Fundación Mexicana para la Ciencia, a cuyos integrantes trató de desprestigiar y quienes han demostrado su integridad y capacidad, con prestigio y trabajo permanente en favor de la ciencia.

La burla más denigrante para Conacyt y el Sistema Nacional de Investigadores fue otorgarle el nombramiento de SIN 3 al Fiscal General de la Republica, cuya fama pública y desprestigio ha quedado en evidencia en toda la República.

Pero, además, para poner la cereza al pastel, de un plumazo desaparecen al Instituto Nacional de Ecología y al Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, las áreas científicas de la Secretaría del Medio Ambiente y de Conagua.

A este paso, al final del sexenio, solamente van a quedar rescoldos de lo que ha sido el orgullo mexicano, su comunidad científica, sus centros de investigación y sus universidades.

Su lucha, la de AMLO, por desprestigiar a la UNAM, al CIDE y a otras instituciones, bajo el pretexto de que solo sirvieron a la ideología neoliberal y a las élites del país, solo demuestran su escasa formación profesional y su criterio obtuso.

Pero más irresponsables y deshonestos los integrantes del Gabinete federal, que no dan muestra de tener opinión o criterio personal, quienes discreparon, ya no son integrantes de la burocracia, por obvias razones.

Con estas políticas el país, la nación, no va a llegar a buen puerto, estamos presenciando el derrumbamiento de la ciencia, la educación, la economía y la salud. ¡Qué pobre política federal, qué pobreza de funcionarios, qué destino tan incierto nos espera!