Dr. Fernando A. Herrera M.- El sistema de registro de facturas de los proveedores está en reparación, según Pemex, pero la realidad es que tumbaron el sistema para evitar el registro de facturas.
Porque si todos lo hacen, la deuda que hoy conocemos, de poco más de 400 mil millones de pesos, se dispararía a un billón.
La pura deuda la hace inviable en términos de pagos. Pero además se ha caído la extracción de petróleo hasta un millón trescientos mil barriles diarios, cuatrocientos mil por debajo del último objetivo y eso contando los suplementos.
La ausencia de exploración para descubrir nuevos yacimientos, desde hace tiempo los ha condenado a ir disminuyendo la extracción por agotamiento de los pozos más antiguos.
Si le agrega los dos billones de deuda en dólares, queda claro que debe más de dos veces lo que vale.
Es absolutamente imposible que se levante de esa montaña de facturas por pagar y, además la liquidez del gobierno se ha mermado y apenas alcanza para cubrir los apoyos sociales, dejando a las secretarías sin dinero ni para los clips.
La refinación pierde dinero; salvo la refinería de Texas, las demás son una tremenda carga, sin contar a la nueva que no empieza bien y lo poco que trabaja no hay cómo sacarlo de ahí. Pemex está en quiebra y lo saben, al igual que saben los cambios que deberían hacer, pero no quieren molestar al viejito.
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