Raúl Ruiz.- ¿Qué tanto se estará fraguando detrás del resguardo de los dos líderes criminales que sorpresivamente fueron detenidos en los Estados Unidos?
Usted conoce la información:
1. El Mayo Zambada y “el Chapito”, Joaquín Guzmán López, aparecieron de pronto en el aeropuerto de Santa Teresa, bajando de una avioneta particular Cesna.
2. Autoridades norteamericanas ya los esperaban y procedieron a detenerlos.
3. El Fiscal General Merrick B. Garland, a través de un comunicado de prensa enviado por el Consulado de los Estados Unidos en Ciudad Juárez, informó sobre los arrestos de estos personajes.
“El Departamento de Justicia ha puesto bajo custodia a otros dos presuntos líderes del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo. Ismael Zambada García, o ‘El Mayo’, cofundador del cártel, y Joaquín Guzmán López, hijo de su otro cofundador, fueron arrestados en El Paso, Texas. Ambos hombres enfrentan múltiples cargos en los Estados Unidos por liderar las operaciones criminales del cártel, incluyendo sus letales redes de fabricación y tráfico de fentanilo”.
En Cartapacio he podido escribir mucho sobre el tema del narcoimperio. Existe una superpoderosa potestad mundial, muy por encima del poder del Estado, que ordena con precisión asombrosa, el flujo del negocio de la delincuencia organizada.
Dentro de sus natas, se desplazan múltiples organizaciones delincuenciales. Aparentemente son entes anárquicos e independientes, que “trabajan” abriéndose paso a sangre y fuego. Entre los cuales aparecen los cárteles y entre la multiplicidad de ellos, destaca el Cártel de Sinaloa, también conocido como Cártel del Pacífico.
Es una organización criminal mexicana dedicada al narcotráfico y diferentes actividades delictivas. Establecida principalmente en Culiacán, Sinaloa, sus operaciones se encuentran en la mitad de los estados de México y en casi toda la frontera con Estados Unidos; sin embargo, compite en la demanda y movimiento de droga nacional e internacional con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), ocasionando una guerra entre las dos organizaciones que, a 2024, aún se mantiene.
Tras haber librado guerras con otras organizaciones, logró apoderarse de los territorios que dominaban en el pasado los carteles de Juárez y Tijuana. Por otra parte, tiene el control de la producción de drogas ilícitas, por lo cual muchas organizaciones criminales trabajan para ellos.
Y el liderazgo de esta organización delictiva se compartía entre “el mayo” Zambada y “los chapitos”, hijos del “chapo” Guzmán, patrimonio que quedó a la deriva luego de ser aprehendido Joaquín “el chapo” Guzmán Loera.
Tres o cuatro días atrás, convulsionó la noticia de que, tanto El MZ como “el chapito” Guzmán López, estaban bajo custodia de las autoridades norteamericanas, como un regalo bajado del cielo.
Los especuleros andan de manteles largos, la opacidad y hermetismo de la información produce en ellos un gran placer, pues se solazan transmitiendo verdades a medias o mentiras creíbles.
Por lo pronto especulan que si fueron aprehendidos o si se entregaron voluntariamente. O que si uno de los dos pudo traicionar al otro. Que si hubo dos aviones en la jugada, que si el piloto mencionado estaba o no inmiscuido, detalles que para esta columna son nimios.
En el análisis de hoy importan otras cuestiones. El ‘animal’ ya está detenido y es clave para desmadejar la pelota de cabellos que se tiene sobre el tema del narco en México.
“El mayo” tiene todo para mandar a la cárcel a los que penden de un hilo y que Genaro García Luna no quiso acusar. Estoy hablando de la narcorred que se tejió desde Salinas de Gortari hasta la fecha.
Se habla de un previo arreglo entre “el mayo” Zambada, que data cuando menos de tres años atrás y que, además, se encargaría de ‘poner’ también al Chapito Guzmán; pero se habla también de otro “arreglo” con el Chapito y la traición al MZ. A estas alturas del partido, eso no importa.
Iremos viendo si caen los peces gordos con el cántico del “señor de los sombreros”. Iremos viendo cuántas bajas ocurren en el país, sobre todo en el epicentro que es Culiacán, luego, Ciudad Juárez, Tijuana, Guadalajara y puntos intermedios. Y ver si llega el chicotazo hasta Calderón y Peña Nieto.
A esto se le llama reacomodo de piezas, que obviamente mantiene las cosas exactamente igual, pero con nuevos jugadores.
Sobre el tema de no compartir información con el gobierno de AMLO, es muy creíble la versión esa que circula sobre la pérdida de confianza, pues han comprobado que cuando se comparte información clasificada, de inmediato la filtran a los Cárteles en juego.
Y esto nos lleva a la vieja especulación de que los hijos del presidente López Obrador están sujetos a investigación y que, al dejar el poder, caerían sobre ellos sin misericordia. Por otro lado, la emboscada o la entrega voluntaria de los narcos, al gobierno de Joe Biden, representa un hit para la campaña de Kamala Harris. Y un tapón de hocico para Donald Trump.
Es muy temprano para saberlo todo, pero este reacomodo también ayuda al gobierno de Claudia Sheimbaum, porque puede acomodar a sus principales fichas que dominan el tema, para deslizar su política interior y exterior sobre rieles muy aceitados.
Me refiero a Omar García Harfuch y a Rosa Icela Rodríguez, quienes sin temor a equivocarnos serán amarradijos fuertes y sólidos en la recomposición de la red del narcoimperio.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
