Raúl Ruiz.- Ya les he mencionado que uno de mis autores favoritos es el francés Michel Foucault, ¿verdad? Sobre todo en temas como Micropoder, Biopolítica, Biopoder, Bioética, necropolítica y otros de su propio cuño. El término NECROPODER, Foucault lo utiliza para determinar el uso del poder social y político que sirva para controlar la vida de las personas.
Pero, hay otros autores como Achille Mbembe, autor de “On the Postcolony “, quien tenía claro que la necropolítica es más que el derecho a matar (droit de glaive de Foucault), es también el derecho a exponer a otras personas (incluidos los propios ciudadanos de un país) a la muerte.
“Le droi de glaive” es, en pocas palabras, el derecho del Estado para CONDENAR A MUERTE a los criminales más sanguinarios. Achille Mbembe le pone el cascabel al gato. Su visión de la necropolítica también incluye el derecho a imponer la muerte social o civil, el derecho a esclavizar a otros y otras formas de violencia política.
La necropolítica es una teoría de los muertos vivientes, es decir, una forma de analizar cómo “las formas contemporáneas de subyugación de la vida al poder de la muerte” obligan a algunos cuerpos a permanecer en diferentes estados de estar situados entre la vida y la muerte”.
Mbembe utiliza los ejemplos de la esclavitud, el apartheid, la colonización de Palestina y la figura del terrorista suicida para mostrar cómo diferentes formas de necropoder sobre el cuerpo (estatista, racializado, estado de excepción, urgencia, martirio) reducen a las personas a condiciones de vida precarias.
Traigo otra notita antes de exponer mi propio concepto. El sociólogo mexicano José Manuel Valenzuela usó el concepto para una discusión sobre biopolítica, necropolítica, juvenicidio y narcocultura en América Latina.
El término no está incluido en el Diccionario de la Real Academia Española, si bien es utilizado por los políticos en sus plenos y debates, como sucedió el 27 de noviembre de 2020 en el pleno de control de la Ciudad Autónoma de Melilla, donde el presidente, Eduardo de Castro, aseguró “no voy a caer en su juego y en la necropolítica”.
Ya se escucha con más frecuencia el término NECROPOLÍTICA. Pero ahora, con el alza constante de la violencia y las muertes tan crueles y sangrientas que vivimos, y que el Estado parece nunca resolver, el concepto NECROPOLÍTICA cobra un sentido diferente. El Estado es permisivo en el uso de la violencia y la muerte, cuando supone que las desapariciones, mutilaciones y decapitaciones se dan entre las bandas de malandros.
Cómodamente se sientan en sus poltronas a contabilizar los decesos sin documentar ninguna investigación. Pasan de largo también las desapariciones forzadas, los secuestros y el narco-reclutamiento forzado. ¿Será por pereza? O por complicidad.
Todo esto, corresponde a la evolución de la necropolítica sobre la cual navegan hoy los gobernantes en México. Las estadísticas dicen que solamente el 10% de los delitos violentos se denuncia. Y de estas denuncias, solo el 1% logra resolverse. ¡Nomamespancho!
¿Y qué decir de los temas NARCOPOLÍTICA Y NARCOGOBIERNOS? También muy interesante exploración, pero ésta, como diría La Nana Goya… ésta, es otra historia.
