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Necedad vs futuro

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- A propósito de las Consultas entre México, Estados Unidos y Canadá, que por cierto son una causa que nació perdida para México, todos lo sabemos, tanto por opiniones de expertos como por el contenido del T-MEC.

Ahora, ante la crisis mundial y la mala relación comercial, con diferencias profundas, entre China y EU, surgen necesidades apremiantes para la economía más grande del mundo, y con la cual tenemos 3,100 km de frontera, y que por ese conflicto, más los problemas globales de suministros que causa la guerra Rusia-Ucrania, propician que se presenten oportunidades que, sin duda, serían las más grandes de la historia de un solo golpe.

La escasez de microchips y conductores, que ha disparado los precios de autos y otros productos en muchos países, pero en particular daños económicos a EU, por lo que Biden propuso y se aprobaron dos leyes conocidas como “Anti Inflation Act” y “Chips and Science Act” que buscan fortalecer la producción de los chips, acelerar la de los vehículos eléctricos con energías renovables en países vecinos, incluyendo a México, con una inversión económica estratosférica de 450 mil millones de dólares (mdd). Ni más ni menos.

En palabras del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, cito: “Esta es una invitación que se recibe una vez en la vida. Es una oportunidad histórica para México”.

Eso dijo Marcelo y precisamente este miércoles el presidente mencionó, muy ufano en la mañanera, la Carta que le envió Biden y repitió que la planta que se construye en Sonora es la más grande de América Latina para producir energía limpia y que sería ideal para entrar en esa bonanza que podría venir.

Coincido con Marcelo y con el presidente, por lo que sería imperdonable desaprovecharla. Significan en el mediano plazo 7 millones de empleos o más. Y surge el pero: al parecer se olvida que las consultas son por las empresas “paradas” por la terca decisión de no cumplir con el trato igualitario al que nos obliga el T-MEC.

Y que para que suceda lo que ayer muy contento comentó nuestro presidente; es decir, esa enorme inversión que elevaría de 14 millones de empleos hasta 21 millones, implica ceder en su terca decisión de que Pemex y CFE sean monopolio y dejar abrir las operaciones de las empresas que motivaron las famosas Consultas.

¿Usted cree que el señor presidente cambiará de opinión, cosa indispensable para aprovechar el enorme ofrecimiento? Porque no es solo una oportunidad de atraer una inversión híper millonaria, sino una enlazada, al tipo charro, directa a la cabeza o pies, como usted quiera, de los Estados Unidos a México para que deje de caminar por el sendero equivocado con la política energética.

Los riesgos de no hacerlo son enormes, porque, repito, se trata de la mayor inversión de la historia de un solo golpe, con un potencial enorme de crear empleos y riqueza. 

El mundo enfrenta graves problemas y nuestro socio comercial y vecino más cercano al norte, se pone de pechito con todo el dinero del mundo y no sé si tendremos, en estos momentos, el presidente con la mente flexible, con el conocimiento, visión y amor, como pregona, para hacer los cambios, dejar de lado su necedad, corregir y hacer lo correcto.

Esa Carta y la visita de Antony Blinken borraron el discurso lapidario sobre soberanía que esperábamos el 16, cuando se sacó de la manga el calificado como Plan Ruso, proponiendo paz y tregua de 5 años. En otras palabras, se puso a jugar en la política de las grandes ligas con las consecuentes críticas que sabemos levantó en todo el mundo.

¡En fin! Ahí está la propuesta de EU, ahora depende de si optamos por el orgulloso aporte y apoyo a dictaduras y gobiernos opresores como Cuba, Nicaragua y Venezuela o retomamos el camino de seguir en la integración comercial de América del Norte.