“Para mí, Natura es una bendición, un regalo de Dios porque es una empresa con muchos valores importantes, para la cual es indispensable que su gente esté bien; con productos de calidad que proporcionan bienestar a las familias y amigable con el medio ambiente.”
Quien así se expresa es Nadia Karina Portillo, una contadora juarense que hace siete años decidió realizar un emprendimiento con los productos de la firma brasileña Natura, la cual le ha abierto un amplio abanico de posibilidades.
Gracias a una crema humectante para manos conoció los productos de la marca, en aquellos años cuando trabajaba en un despacho contable. “Trabajé alrededor de 15 años sin vacaciones. Me casé y no tuve ni permiso para ir a mi luna de miel. Nos autorizaron vacaciones ya hacia el final de ese periodo, pero porque nos pusimos rebeldes. Nuestro jefe nos decía que si había pendientes, no había vacaciones y ahí siempre había pendientes”, recuerda Nadia.
Acepta que nadie la obligó a elegir su carrera y reconoce que le gusta la contabilidad, pero no le gustaba su trabajo, pues cuando bien le iba, trabajaba 12 horas, pero casi siempre era muchos más tiempo.
La gota que rebosó la copa fue un 14 de febrero, día que no salió de la oficina sino hasta las 7:00 de la mañana del día siguiente para ir a su casa a bañarse y regresar a continuar hasta las 12:00 de la noche porque estaban en fecha de declaraciones. “Ese día, tomé la decisión de renunciar, pero tenía que entrenar a la otra persona y como mi jefe no me creía, pues no contrataba a nadie, por eso trabajé hasta mayo”, recuerda Nadia Karina.
Su último día de trabajo, la amiga que le había vendido la crema de Natura, la invitó a una reunión de promoción de los productos en un salón de la avenida Tomás Fernández, justo en frente el edificio donde se encontraba el despacho del que acababa de salir.
“Confieso que yo no creía en el negocio. Siempre tenía en la cabeza la idea de tener un trabajo seguro, pero asistí para buscar algo que hacer para no aburrirme. Al llegar, vi a toda la gente muy sonriente y recordé que esa era mi esencia, pero la había olvidado por el trabajo. Ahí siento que empezó mi vida”, comparte la ahora líder Natura.
Desde ese día, su vida dio un cambio radical. Nadia se enamoró de la empresa y de sus productos. Por eso, asegura que ella no vende sino que recomienda los productos que usa en su vida cotidiana y que le han permitido también observar un cambio en su propio aspecto físico.
Al tomar la decisión, no todo fue miel sobre hojuelas. Solamente su mamá y su esposo la apoyaron, sus amigos y los restantes miembros de su familia le cuestionaron fuertemente. Sin embargo, ahora Nadia puede compartir tiempo con su esposo, un “lujo” que no se podía dar antes porque sus horarios de trabajo nunca coincidían, así que su relación de pareja también se vio favorecida.
“En el despacho yo vivía muy estresada, sentía mi piel vieja, me sentía como una persona muy mayor. Ahora, puedo administrar mi tiempo, aunque eso no quiere decir que no trabaje, sí se trabaja mucho, pero se puede acomodar como cada uno quiera. En mi caso, trabajo menos horas que antes y eso ha sido muy productivo. Como me gusta mucho, ahora sí que trabajo por pasión”, reflexiona.
Su esposo trabaja en un restaurante y debido a los cierres por la pandemia, él se quedó sin empleo varios meses, tiempo durante el cual Nadia cubrió sin problemas los gastos del hogar, lo que logró porque su labor actual le ha traído prosperidad.
Entre los beneficios de Natura, resalta que cuando se cumplen las metas, le regalan viajes y el primero que ella hizo fue al Hard Rock de la Riviera Maya, a un concierto de Matute, con todo pagado durante cuatro días. “De ahí, cada año he ganado el premio y me acabo de enterar que este año volví a ganar. He ido a Xcaret con todos los parques incluidos, al concierto de Carlos Rivera y este año será de nuevo al Hard Rock al concierto de María José y Matute, son conciertos exclusivos para líderes de Natura”, comparte emocionada y sonriente.
“En mi anterior trabajo, nunca me dieron nada, ni siquiera las gracias. Aquí, en Natura, siempre me regalan cosas: flores, licores, joyas… Si te ganas un viaje, te obsequian una maleta. A nivel personal, pude comprar mi carro de agencia y pagarlo sin dificultades”, remarca Nadia.
Entre los beneficios de emprender con Natura, comenta que se trata de ganar-ganar. “En el despacho era sálvese quien pueda; aquí, por el contrario, nos apoyamos para cumplir las metas de cada uno, porque ganamos todos. Además, tenemos líderes a nivel nacional que siempre nos están apoyando. Otro beneficio es que puedo administrar mi tiempo, que cualquier persona puede ingresar, independiente de que tenga un grado académico o no. Tenemos entre los casos de éxito, el de una líder que era pepenadora y ahora tiene un nivel más alto que yo”.
Además, a raíz de la pandemia, Natura les ofrece apoyo psicológico y médico las 24 horas porque es una empresa que apoya mucho a las personas. “En pandemia, mi negocio creció más del doble. Tenía 100 personas en mi equipo, entonces hice un video contando mi historia y más gente se acercó a mí. Ahora ya somos más de 500, entre líderes y consultores y todos ganamos”, dice visiblemente feliz.
Nos comenta que la perfumería son los productos que más vende, pero también los artículos de belleza tienen mucha demanda: productos antiedad, cremas hidratantes, aceites para cuerpo y cabello… “Ahora puedo decir que tengo un cabello bonito, porque antes no me crecía, se veía maltratado. Cuando alguien va a mi casa, ve que en todos los lugares tengo productos Natura porque son los que uso y los que promociono”, asegura.
¿Qué consejos le daría a alguien que quiere emprender? “Siempre doy tres consejos: que elijan un producto que tenga diferenciales y que se use repetidamente, así que se pueda vender; que elijan un negocio probado que efectivamente sea funcional, y tercero, que elijan un trabajo que les apasione. Natura reúne las tres cosas”.
Para ingresar a Natura, solamente se necesita tener credencial de elector, comprobante de domicilio para que le llegue el producto, un correo electrónico y teléfono. La inversión es baja y a los nuevos se les da un crédito hasta de 21 días para pagar los productos, aunque también hay un esquema de prepago que da 48 horas a partir de la hora que se hace el pedido.
Historias como la de Nadia, abundan en México y otros países donde Natura distribuye sus productos y ahora, cuando muchos mexicanos desean obtener ingresos adicionales, esta es una buena oportunidad para conseguirlos. “Gracias por permitirnos compartir con los lectores esta gran propuesta de valor que es Natura”, finaliza Nadia.
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