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Morenistas desleales

Hay que sospechar de los ministros que no pueden hacer nada sin dinero y de aquellos que quieren hacerlo todo con dinero. Indira Gandhi, exministra de la india

Cuauhtémoc Monreal Rocha.- ¿Quién es la cabeza del gobierno mexicano? Sin duda alguna el hombre de Tabasco, rodeado de varios serviles que lo obedecen a pie juntillas, mientras que la doctora, hasta ahora, ha sido una mera figura decorativa, como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Claudia, a pocos meses de estar en Palacio Nacional, se le ve cansada, tensa, sus ojos sin brillo y sin ilusión, tal parece que interiormente se desmorona. ¿Estará esperando a que en la mitad de su sexenio, el tabasquense, con la ayuda del pueblo bueno que, según él, es el que pone y quita a los gobernantes, le aplique a rajatabla la cosa esa de la revocación del mandato y la mande a su casa, en lugar de que ella, como Jefa del Ejecutivo Federal, lo envíe, no a Chihuahua a un baile, sino al exilio y de esta manera la deje gobernar con sus tinos y desatinos?

La Doctora está rodeada de morenistas desleales y para colmo de sus males, a la 4T, hasta el día de hoy, con todo y su farsa de la elección judicial, todo, pero absolutamente todo, le ha salido mal y quienes pagan los multimillonarios caprichos del anterior “gobernante”, son los contribuyentes a quienes pronto el SAT los visitará casa por casa, para ver cómo viven y si deben o no impuestos o si deben tener pensión o no.

Pero eso sí, como se solapan y se echan porras el “lic” y la doctora, él, el mejor presidente del mundo y ella, la mejor presidenta con “A” del mundo, ¿Dónde quedó aquello de no robar, no mentir no traiconar? Para morena es muy difícil llevarlo a la práctica porque ellos se sienten puros, limpios, honestos y bla, bla, bla.

Y pensar que Claudia ya estará rodeada de nuevos ministros (as) a quienes también les gusta el dinero, el nepotismo y los fueros y privilegios que da el poder, pues según la sentencia del pueblo bueno y sabio, el que no tiene y llega a tener, loco se quiere volver. Vale.