Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- La pandemia por sí misma, con una pésima administración que sembró el pánico, más la falta de apoyos del gobierno, la desconfianza generada por un gobierno de corte socialista, pero sin planeación adecuada y, derivado de ello, una menor inversión privada, y en consecuencia, tampoco llega la inversión externa.
Por si se necesitara algo más, la caída de dos dígitos de la industria automotriz, entre otras causas (hay más). Según expertos, México tiene una de las tres economías (entre las primeras 30 en importancia del mundo) que más rezago presentan luego de la pandemia, que no termina y sigue como amenaza de generar mayor problemática y muertes.
Actualmente hay una discusión: el presidente afirma que México crecerá 5% este año, el FMI estima apenas un 2.8%. Otros analistas reducen ese parámetro a 2.2%. Recordemos que México cayó 8.2% durante el 2020, por el confinamiento y paralización de la economía, pero luego creció un aceptable 5.3% en 2021.
Nos damos cuenta de que el gobierno tiene otros datos y que no alcanza a entender que además de lo analizado hay que agregar la inflación en 2021 de 7.3% y en 2022 la primera toma de datos por el INEGI, en la primera quincena de enero también dio números arriba del 7 por ciento. Nuestro dicho se apoya en datos del Producto Interno Bruto (PIB) de México, estimado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El mismo FMI estima que la economía nacional no recuperará este año el nivel que tenía en 2019, previo a la crisis sanitaria, sino que andará por niveles del año 2016, así que la recuperación implica -para volver a niveles de 2019- lo que resta del sexenio.
Lo anterior, al compararlo con los análisis de otras naciones (las 30 más grandes del mundo), solamente Tailandia y España están en situación parecida a la nuestra, ya que el resto (27 países de esas 30 economías) se recuperó de la pandemia y sus consecuencias desde el año pasado.
Tras entrar en el Gran Confinamiento por la pandemia, la economía mundial sufrió en 2020 la peor recesión desde la “Gran Depresión 1929-1933”; es decir, desde hace más de nueve décadas. No obstante, el desplome productivo fue diferente para cada país, debido a la estructura de sus economías y las diferentes políticas públicas utilizadas para mitigar las consecuencias negativas de la pandemia en la economía, por supuesto en los ingresos, tanto de los hogares como en el de las empresas.
Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis de Vector Casa de Bolsa, comenta que la pandemia hizo retroceder a todo el mundo en 2020, pero el desplome en nuestro México fue más profundo y eso ocurrió por la falta de estímulos fiscales, pues solo se dieron créditos a la palabra por 30 mil pesos a las empresas, créditos que solo tomaron los más pequeños empresarios del país, así que la economía recibió el impacto directo del Covid-19 y, por ello, al país y a todos nos tomará más tiempo recuperar el nivel que teníamos antes de la crisis.
En los análisis de las economías en comento, Estados Unidos, Canadá, Brasil y México poseen las economías más grandes de América. Sin embargo, mientras el gobierno de EU dio estímulos equivalentes a 12% de su PIB, en Canadá, los apoyos representaron más de 4% y en Brasil casi 8%, las autoridades mexicanas solamente destinaron poco más del uno por ciento, indican cifras del FMI.
Turquía, entre las naciones mencionadas, tiene la economía que mejor desempeño ha mostrado desde la pandemia, cuyo PIB avanzó 1.8% en 2020, se disparó 11.0% en 2021 y se prevé un 3.3% en 2022 (como se puede constatar no cayó durante la pandemia). Le siguen China, Egipto, India, Irán y Polonia.
Lo que más preocupa en México en la actualidad es el crecimiento de la economía, la cual posiblemente ya cayó en recesión en la segunda mitad de 2021, con dos trimestres consecutivos a la baja, por lo que no debe extrañar que el PIB no logre recuperar este año el nivel esperado; si a la recesión le aunamos la alta inflación, tenemos el mayor reto al que nos enfrentamos.
¿Qué hacer? Necesitamos revertir algunos factores que más están incidiendo para llevarnos a la recesión económica y uno de los principales es la caída de doble dígito en la producción automotriz a partir de agosto pasado, debido a la falta de insumos, lo que, de paso perjudicó al sector manufacturero y para peor contaminó a toda la economía. De por sí, el ambiente no era nada halagüeño, antes de la pandemia para atraer inversión, por lo que ahora en etapa pos pandemia muestra atonía.
Este término se refiere a la débil recuperación de la economía y que se debe al alto nivel de endeudamiento público y privado. Si el Estado, las empresas privadas y los particulares se encuentran en alto nivel de endeudamiento, se dice que la economía está apalancada y un elevado apalancamiento es uno de los factores de la caída de dos trimestres consecutivos.
Los ciudadanos preferimos pagar deudas que elevar el consumo, por lo que nuestro consumo que representaría normalmente hasta un 60% del PIB lo ha bajado hasta en 5 o 6 puntos.
Terquedades
Persisten muchos problemas estructurales que tenía la economía mexicana previo a la crisis sanitaria. El presidente de Grupo Bursamétrica, Ernesto O’Farrill, considera que el país necesita fortalecer el respeto del estado de derecho, seguido de un esquema fiscal amigable a la inversión y el empleo, así como políticas públicas que propicien una economía más competitiva, en particular, en el sector energético.
De momento, dijo, el gobierno mexicano ha mostrado falta de voluntad política y racionalidad para ofrecer condiciones que abran la puerta a nuevas inversiones, cuya llegada es vital para detonar el crecimiento y desarrollo de cualquier nación.
