Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Desde 1997 la Confederación de Trabajadores del Trópico Cochabambino de Evo se unió por necesidad con MAS, partido liderado por Lucho Arce. Así empezó la pelea electoral que ganaron hasta 2006.
El General Zúñiga cantó ayer al ver que la jugada que le mandaron se le revirtió. De Jefe del Ejército a Traidor de su Patria. Intenta no caer solo. Otros militares ascendieron, él ayer fue a prisión.
Evo quiere retornar al poder, seguro que era lo acordado, entre Lucho y él, después de las elecciones fraudulentas en las que se reeligió Evo y que fueron causa de su destitución y de que huyera del país, con ayuda de México. Su lugar fue ocupado por Janine Áñez, hoy presa política del nuevo régimen autoritario de Bolivia.
Su partido, que antes era de Lucho Arce, esperó (Evo también), a la siguiente elección, con Lulo al frente, ganaron de nuevo y la presidenta Áñez fue a la cárcel. El tiempo pasa, pero ahora Lulo no se quiere ir y pelea con Evo por el poder.
El plan del autogolpe no salió. El General Zúñiga no tuvo la capacidad y el propio Lucho lo mandó de regreso, con la carga del fracaso. Evo capitalizó porque se las olió y se adelantó a denunciar la intentona. Ahora, el capital político volvió a sus alforjas.
Lulo está de luto y Evo lo agarró en la pura movida y está a su disposición. Podrá hacer con él lo que quiera. Evo está de regreso.
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