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Los mexicanos tienen un acuerdo tácito

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Los mexicanos tienen un acuerdo tácito

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Dice el Dr. Pepe Newman, que los mexicanos tenemos un acuerdo tácito para hacernos pendejos. Entiéndase por tácito, no escrito, aunque se molesten los que lo saben. Ese trato implica hacernos el paro en muchas de las cosas que la vida cotidiana nos presenta.

Entre varones no se pone el dedo si te ven con otra mujer. Es uno de los acuerdos tácitos más comentados. Si aceptas ir a comer con un político y al día siguiente escribes una crítica periodística sobre él, le llaman traición, incluso te llama y te reclama ¿Qué pasó? ¿No somos amigos? Ayer la pasamos muy bien. Sí. Es cierto, ¿pero eso implica algún pacto de no crítica porque fuiste a comer?

Los mexicanos somos medio acomodaticios, por ejemplo, si estás en una cena, con amigos te sientes obligado a no disentir. Lo que digan lo apoyas, con mayor razón si no sabes del tema. Porque estar enterado implica estudiar, leer, saber…  pero como eso es trabajo preferimos ir con la corriente.

Si alguien dice AMLO es malo, hay que coincidir para no rebatir, aunque tú estás feliz con los apoyos que recibes. No. Defiende tu convicción, no le des por su lado a nadie. Argumentar implica saber, ¡qué flojera! Es más fácil decir que sí a lo que opina el que habla, el que parece que sabe.

Los políticos, muchos que he conocido, dicen barbaridades cada vez que hablan, pero sus achichincles le aplauden y hasta hay quienes se la creen y se inflan como sapitos. Si me detiene un agente de tránsito le doy moche, porque perder el tiempo de ir a pagar la multa que, además, será más cara allá que con él ahí mismo, es obvio.

Si vas con el cura a confesarte, después de la absolución, te da penitencia y te manda al cepo a depositar algo. Luego hasta depositas más para brincarte la penitencia. ¿Somos, los mexicanos, irresponsables y pasalones, que nos importa sólo lo nuestro, pero me vale lo que le pase a los demás? Me importa lo que me pasa, no lo que le pase a otros.

Si voto o no voto, yo estoy igual. Puede haber gente así, pero si les importarán los demás irían a votar para ayudarlos a ellos, aunque en lo particular ni les vaya ni les afecte. ¿Carecemos de empatía? Sí, hasta que nos toca, la recuperamos. Cuando los demás sufren un abuso lo dejamos pasar, pero si lo sufro yo, nos tenemos que unir para defendernos. ¡Necesitamos cambiar! ¡Es urgente!

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