Daniel Valles.- La noche del 15 de septiembre fue la Noche del Grito. Para el presidente de la república fue el tercero. ¡Ya falta menos! En la capital del estado de Chihuahua y en Ciudad Juárez, dos personas, Maru Campos y Cruz Pérez Cuéllar, gobernadora y presidente municipal, respectivamente, se estrenaron en la celebración. Dieron el grito. Me gustó el de Cruz.
El del Zócalo de la CDMX fue una metáfora. La celebración del Grito sin gente en la plancha. Así ha sido. No fue planeado. Ocurrió. Un Zócalo dividido, cerrado a la gente que de cualquier forma lo celebró. Creo que es una metáfora para que sea entendida por quienes ya digirieron la génesis de lo que nos pasó.
El presidente de México se acompañó de su esposa, como han hecho todos los presidentes antes de él. Seguro millones lo vieron. ¡Qué bueno! Es importante que las tradiciones nacionales no se pierdan. El presidente lanzó 20 vivas con las que recordó a Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio Allende, Leona Vicario y Vicente Guerrero.
El pasado miércoles por la tarde, en el programa de análisis político que hago a nivel nacional, me preguntaban sobre lo que pensaba que iba a arengar. Y de inmediato dije que como ya lo había hecho antes, arengaría por la “fraternidad universal”. No me equivoqué. Así gritó.
Este particular sigue causando polémica entre un segmento de la población. Sobre el ala catastrofista y milenarista de quienes piensan siempre en organizaciones que tienden a implantar un gobierno mundial.
Para usted puede sonar fantasioso, inverosímil, un chiste, pero para mucha gente es una realidad digerida a la que temen. A la que tratan de evitar. Quien no lo entienda, no quiere decir que no sucede o que no fuere así.
Se conoce como Nuevo Orden Mundial a una serie de tendencias ideológicas, como la de género, que se imponen. Las disposiciones legales en la SCJN, como la reciente de la despenalización del aborto, con cambios masivos en la escala de principios y valores de naciones enteras, según patrones posmodernistas y progresistas, que vemos repetirse en los libros de texto a una escala mundial o global.
El presidente en su arenga incluyó: la justicia, la igualdad, la democracia, la honestidad, la soberanía y el amor al prójimo, para regresar al recuerdo a los héroes anónimos, como hizo en 2019, y en el marco del Bicentenario de la Consumación de la Independencia y agregó un “¡Vivan las culturas del México prehispánico!”
Sin lugar a dudas que en las libertades que se toma el presidente en turno en sus arengas, se puede determinar lo que persigue, lo que lo mueve, lo que desea, lo que viene por delante.
Esto es algo que no se puede dejar a la casualidad. Por un lado, porque equivocarse es auto-ridiculizarse. El olvidarse de algún punto o simplemente tener un dislate, imagine, millones de personas están con la atención fija en el balcón y en la arenga.
Me llama la atención el que se haya arengado por la honestidad y el amor al prójimo. El de las culturas del México prehispánico deja ver, como le menciono, para dónde irá o el rumbo que seguirá esta administración.
En cuanto a la honestidad sigue siendo un discurso. Nada más. El exceso de mortalidad y el subregistro de víctimas por Covid lo demuestra. Más de 600 mil, de acuerdo al portal del mismo Gobierno Federal. Igualmente, infinidad de acciones, como asignaciones directas, sin licitaciones en compras que realizan en el gobierno que dirige quien arenga por la honestidad.
El ser honesto implica el ser real, genuino, auténtico. El ser deshonesto es ser ficticio, irreal, no genuino, fingido, aparente. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, la deshonestidad no respeta a nadie. Honestidad expresa un deseo o disposición de vivir en la luz, deshonestidad busca la sombra, el cubrirse, el confinamiento, es la disposición de vivir a la sombra.
De acuerdo con el estudio de la consultora política SPIN, el presidente ha emitido 61,079 afirmaciones falsas durante las mañaneras. Esto hasta el 1 de septiembre. Entonces, viva la honestidad, en los bueyes de mi compadre.
Lo prehispánico, así como eso de los pueblos originarios, es una causa suya, sí, pero creo que es más una imposición o un gusto de la señora esposa del presidente. Tema amplio, para otra entrega, el tiempo de esta se termina.
El amor al prójimo, bueno, seguro estoy que el presidente ignora la génesis de eso porque implica dos acciones principales. La llamada La Regla de Oro no funciona sin el entendimiento de que mi enemigo, es también mi prójimo. Terrible cosa es entenderlo.
Implica hacer el bien a quienes le aborrecen a uno. Y esto, como con la honestidad, no sucede en Palacio Nacional. Lo vemos por las mañanas. Especialmente los miércoles cuando se ataca a periodistas y medios que son catalogados como adversarios y lo peor, sin pruebas.
Hubo otros gritos. El de gol que gritaron los americanistas dos veces, cuando su equipo el América le ganó la semifinal al equipo de Filadelfia y el que grita la tunante cónsul de México en Estambul, Turquía, Isabel Arvide, que gritó viva López Obrador.
La otrora periodista enseñó el cobre y de seguro, fue un mensaje para su líder y mecenas. En el consulado mencionado, la gente le reclamó la arenga.
¡Viva México! Celebremos hoy una vez más la independencia como conocemos y lo hemos hecho. No sea que en un descuido nos la vayan a cambiar y la pasen a julio.
(*) Daniel Valles es el Comisionado Internacional Anticorrupción de la OMPP