En 2010, los médicos trataron a Doug Olson, enfermo de leucemia, con una terapia genética experimental que trasformaba sus propias células sanguíneas en asesinas de cáncer. Más de una década después no hay señal de cáncer en su organismo.
El tratamiento curó a Olson y otro enfermo, según médicos de la Universidad de Pennsylvania que dijeron que era la primera vez que un estudio de la enfermedad duraba tanto tiempo.
Sus médicos describen los dos casos en un estudio publicado el miércoles en la revista Nature. Dicen que los dos ejemplos demuestran que el tratamiento, llamado terapia celular CAR-T, puede atacar el cáncer inmediatamente, permanecer en el organismo durante años y evolucionar para mantener a raya la enfermedad.
Esos llamados “fármacos vivientes” son utilizados ahora por miles de personas en el mundo para tratar ciertos cánceres sanguíneos. De acuerdo con los resultados decenales, “ahora podemos concluir que las células CAR-T pueden curar a los enfermos de leucemia”, dijo el doctor Carl June, uno de los autores del estudio.
El tratamiento consiste en recolectar células T del enfermo, células sanguíneas blancas que son cruciales en el sistema inmunitario y modificarlas genéticamente en el laboratorio para que busquen y ataquen las células cancerosas. Se le devuelven las células modificadas al paciente por vía intravenosa.
Juárez Hoy