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Llega el verano

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Llega el verano

Daniel Ernesto Valles (*).- No es necesario que el calendario marque el 21 de junio para darnos cuenta que el verano ha llegado. Las temperaturas agobiantes se han dejado sentir ya, desde hace una o dos semanas. Han oscilado entre los 28 y los 35°C.

Para este fin de semana se pronostican cercanas o arriba de los 40°C.

Para la Junta de Agua de Ciudad Juárez, como para todos los organismos operadores en el país, esto representa una cosa: problemas en el suministro del líquido a los usuarios.

El gasto se duplica en Ciudad Juárez. Un aire evaporativo consume mucho más de lo que una persona en un mes.

Se calcula en nuestra región a razón de 350 lts/ diariamente. Es decir, lo que consume una familia de cuatro personas en una casa de tres recámaras. 10 metros cúbicos. Eso duplica la demanda normal.

La J+ no cuenta con el doble de pozos para hacer frente a tal demanda. Tiene tanques de almacenamiento por toda la ciudad. Son cuarenta y dos (42) de ellos. La mayoría en funcionamiento y otros se han rehabilitado o se encuentran en alguna etapa de ser rehabilitados.

Los tanques tienen una capacidad de 300 y 500 mil litros. Los que tardan en llenarse, en condiciones normales, entre 12 y 17 horas.
Por la tarde noche se cierra una válvula o llave y se abre por la madrugada. Esto para que se llenen y estar en capacidad de servir a los usuarios.

Los tanques son monitoreados 24/7, por el departamento de Telemetría. En cuanto hay una anomalía, la J+ de inmediato lo sabe y procede con el correctivo requerido.

Con la llegada de las altas temperaturas a la zona, reinicia un ciclo que tiene muchos años que se da. Debido a ello viene el acaparamiento de agua. Sobre todo en colonias que tradicionalmente han sufrido de escasez cada año o cada verano.

Muchas familias almacenan agua en albercas o en piletas que compran o construyen con ese fin: Almacenar, lo que provoca que los cálculos que se hacen en otro departamento llamado “Gestión de Pérdida”, a cargo de la Ing. Paola Moreno, se vayan por el “caño”. Y entonces, el agua no alcanza. No llega a los usuarios y empiezan los reclamos y las quejas. A pesar de lo que se haya hecho para evitar que esto suceda.

También contribuye al desabasto un sinnúmero de tomas clandestinas y conexiones directas que históricamente existen en algunas zonas, como Anapra, donde muchos usuarios no tienen medidor, donde la toma está escondida dentro de su propiedad. Está enterrada y no quieren poner el medidor. ¿Por qué? ¿Cómo es eso posible?

Los líderes y lideresas de esas colonias, la mayoría, invitan a la gente a no descubrirlos, a pesar de las invitaciones que la J+ les hace para instalarles medidor. Lo que les llevaría a pagar 500 pesos mensuales menos, en el consumo del agua. ¡Increíble! ¿No cree usted que lee?

Esas y otras causas son atribuibles a la J+ o a usuarios.

Sabemos que van a suceder. Nos preparamos de antemano para hacerle frente a la ola de calor y al alto consumo de agua que esto representa. Más o menos salimos adelante. Pero hay dos o tres cosas que están fuera de nuestro control o muy difíciles de prever.

Algunas de ellas se deben al libre albedrío de la gente.

Así como lo lee. No podemos prever las fallas que CFE tiene. Es decir, el verano o la ola de calor disparan los consumos de electricidad.
Cada año la gente tiene más minisplits, los que sobrecargan las líneas de electricidad. De igual forma que con los pozos, la demanda le causa a CFE problemas. “Truenan” los transformadores. Falta la electricidad, se paran los pozos. Se vacían las líneas de agua y los tanques de almacenamiento. Los usuarios se quedan sin agua o les llega sin la presión suficiente.

Si un pozo se detiene, han de pasar al menos tres o cuatro horas para que vuelva al funcionamiento. Se debe de purgar.

¿Y eso que tiene qué ver con el libre albedrío? Nada. Lo que sí son las personas que deciden embriagarse y terminan su “francachela” estampándose contra un poste de la CFE, lo que daña las líneas eléctricas y no hay luz, sin la cual las bombas no funcionan, se vacían los tanques, las líneas y la gente no tiene agua.

Otra causa es, cuando la gente “decide” manipular las válvulas que controlan la presión y la cantidad de agua a surtir. Esto provoca una descompensación en la distribución de cantidad y presión y hay mucha gente que no recibe el agua como debe.

El agua, sea almacenada o desviada, no llega a donde debe. A la gente que es usuaria no le interesa cuál sea la causa por la que no la tienen. Hace calor y necesitan mitigarlo. Ergo, sea por fallas atribuibles a la J+ o ajenas, la gente no considera lo anterior, desconocen o no creen lo que sucede. Entonces se quejan, protestan en los medios. Los medios tienen nota de esas que “venden” y causan “roncha” y la dan a conocer.

La J+ tiene que solucionar el problema.

Nuestra única opción: enviar aguas por pipas. Y lo hacemos, como en Anapra o en otras áreas, donde enviamos miles de litros por semana. Pero esa, “es otra historia”, para otra entrega.

(*) Daniel Ernesto Valles V. Es Jefe de Comunicación Social de la J+

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